Campos rojos y amarillos adornan la ciudad de Tixtla; la lluvia augura excelentes ventas de flores, según campesinos

*Productores se alistan para los días últimos de octubre y cubren sus tierras de flores de terciopelo, cempasúchil y maíz, que les darán buenas ganancias.
*Se sintió triste, dice don Agustín, productor de maíz, flor de terciopelo y cempasúchil, al recordar el desastre que le dejó Ingrid y Manuel, y después John.
Jorge Balvanera
Chilpancingo, Gro., a 24 de octubre del 2025.- Don Agustín, con 20 años dedicados a la siembra de maíz, flor de terciopelo y flor de cempasúchil en la ciudad de Tixtla, augura con alegría buena venta para este Día de Muertos.
Don Agustín camina en sus parcelas y sembradíos de maíz mientras relata que su oficio viene de herencia por generaciones y que se tiene que levantar todos los días a las 6 de la mañana para acudir a los cultivos y verificar que la producción esté a salvo.
El manojo de terciopelo y de cempasúchil tiene un costo de 150 pesos, pero es suficiente para poder adornar una tumba y hasta sobra.
Don Agustín tiene 50 años de edad, y nos explica mientras se observa esos campos rojos y amarillos ubicados en el Barrio del Santiago, de la ciudad de Tixtla, que este año augura buenas ventas y, por ende, buenas ganancias al haber una buena temporada de lluvias.
Recordó que con Ingrid y Manuel en el año 2013 y, después con el Huracán John en el 2024, perdió todo su cultivo.
"Nosotros nos dedicamos ciento por ciento a esto, no tenemos un salario fijo y nos pusimos tristes porque lo perdimos todo", explicó.
En la entrada de esa ciudad de Tixtla, ya se preparan para que en los días últimos de octubre comiencen con la venta de esas flores típicas en Tixtla, ya que en ese barrio se puede observar una impresionante vista aérea con los campos rojos y amarillos, vista que pareciera ser un mosaico en las tierras donde nació el General Vicente Guerrero Saldaña, héroe de México al ser pieza clave para la consumación de la Independencia y quien dejó la frase célebre de "La Patria es Primero".
Don Agustín dijo estar tranquilo y contento, a sus 50 años de edad espera observar una de las mejores ventas en sus parcelas, al momento que agradece a Dios por no haber enviado un huracán que les hiciera perderlo todo... Como ocurrió con el Huracán John.