El Estado Mexicano debe desistirse de su intención de borrar a las personas desaparecidas: Edith Olivares Ferreto
*Hasta la fecha se encuentran desaparecidas seis mil personas en Guerrero: Colectivos de familiares de desaparecidos.
Chilpancingo, Gro., a 16 de agosto del 2025.- Durante la presentación de su informe “Desaparecer Otra Vez; Violencias y afectaciones que enfrentan las mujeres buscadoras en México", la directora de Amnistía Internacional (AI) en México, Edith Olivares Ferreto, demandó al Estado Mexicano que se desista “de su intención de borrar a las personas desaparecidas"; en tanto los colectivos de familiares desaparecidos en Guerrero denunciaron que hasta la fecha se encuentran desaparecidas unas 6 mil personas en la entidad.
En el evento que se llevó a cabo en el auditorio de la Universidad Autónoma de Guerrero, ubicado en esta capital, Olivares Ferreto recordó también que “el registro nacional de personas desaparecidas y no localizadas, así como toda la legislación y todas las instituciones que tiene este país, son producto de la lucha de las víctimas; son logros que las víctimas le han arrancado al Estado Mexicano; y tenemos que continuar defendiendo, antes de que desaparezcan como otras instituciones”.
Con relación al tema de la CURP Biométrica dijo: “nosotros nos hemos pronunciado, desde AI, en contra de cualquier intento que implique la vigilancia masiva de la población; no consideramos que la CURP Biométrica pueda lograr de alguna manera la pronta aparición de personas.
La CURP Biométrica, por el contrario, implicará que toda la población en México, con o sin familiares desaparecidos, tengamos que hacer entrega al Estado Mexicano de datos personales que nos ponen en riesgo a todas las personas”.
El Estado Mexicano, insistió, “no tienen porqué tener, para efectos ni de desaparición, ni de investigación, los datos biométricos de parte de los 120 millones de personas que vivimos en este país, o que transitan sobre el Estado Mexicano; porque no solamente tenemos las personas que somos de nacionalidad mexicanas, sino también las personas extranjeras que aquí residen. Y vemos muchísimos más riesgos, de un mal uso de los datos biométricos de la población, que el efecto positivo que podría tener una identificación”.
El Estado Mexicano “como bien lo recordó Abel (Barrera Hernández): ha tenido una historia desde hace más de 6 décadas, de mal utilización de los datos personales de la población; para decirlo en otras palabras, mucho más simples, directas y coloquiales.
El Estado Mexicano, se ha ganado ahora desconfianza de la población; y vemos un gran riesgo en que, tenga los datos biométricos de la mayoría de la población”.
“Nos parece francamente deplorable, desde Amnistía Internacional, que las autoridades del Estado Mexicano, estén haciendo uso, del dolor que implica la desaparición de personas, para instalar, o pretender instalar, un sistema de vigilancia masiva en este país.
Lo que requerimos es, que las instituciones, que están a cargo de la búsqueda de personas hagan su tarea; y que las instituciones que están a cargo de la protección de las mujeres buscadoras, hagan su tarea de protegerlas, para que ellas también puedan continuar buscando; y buscar sin miedo.
La discusión de los datos biométricos, que podrían ser incorporados a la CURP; podría abrir pasó a un sistema de vigilancia masiva, que nos pone en riesgo a todas las personas, y que no va a facilitar la identificación, y muchísimo menos a disminuir la desaparición de personas en este caso”.
También participaron en el evento Abel Barrera Hernández, director del Centro e Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan; Gema Antúnez Flores, del Colectivo María Herrera; Esteban Beltrán, director
de Amnistía Internacional España, y Adriana Sánchez, también de AI.
Al dar lectura a 1 de las 12 recomendaciones que se incluyen en el informe de AI, Olivares Ferreto destacó 'que el Estado deje de estigmatizar a las mujeres buscadoras, no son enemigas del Estado; ni del gobierno “lo que ellas quieren es encontrar a su familiar desaparecido; que las autoridades de todos los niveles desde la presidencia de la república, hasta los agentes que dan servicio y atención directa a las mujeres buscadoras no las maltraten ni estigmaticen”.
El informe se llama “Desaparecer Otra Vez”, justamente por el riesgo que están las mujeres buscadoras; y por una tendencia que hemos visto en los años recientes en el Estado Mexicano, de tratar de señalar que en este país, hay menos personas desaparecidas de las que realmente hay. La cifra de las 130mil personas desaparecidas y no localizadas, es una cifra oficial”.
El llamado que hacemos a la comunidad internacional “y a todo el país, y hoy aquí en Guerrero, es que no permitamos a las mujeres buscadoras; ellas están poniendo el cuerpo, y su vida, por encontrar a sus familiares desaparecidos, que son nuestros también; y ellas no están solas”.
La cifra que dijo Adriana de 130 mil personas desaparecidas y no localizadas es la cifra oficial del Estado Mexicano; el llamado a la comunidad internacional, y del país, y hoy aquí en Guerrero, es que no permitamos que desaparezcan a las mujeres buscadoras también, que están poniendo el cuerpo, y dando su vida por encontrar a sus familiares desaparecidas y no están solas.
Esteban Beltrán de AI España, consideró que cada una de las 130 mil personas “es una persona con una vida con un hombre con sueños.
Esto empezó desde el (año) 2000; empeoró el 2006; muchas personas fuera de Chilpancingo trabajará para que sus hijos eh para que sus esposos y sus hermanos obtengan justicia y ustedes conozcan la verdad de lo ocurrido; no están solas”.
Las autoridades tienen que reconocer “130 mil desaparecidas o personas sin localización; la desaparición de buscadoras; mujeres asesinadas buscadoras; que 5698 fosas clandestinas; y más de 72000 cuerpos sin identificar, es un número suficiente para considerar que hay un problema grave de hechos humanos en México”.
En su turno, Abel Barrera Hernández, del Centro Tlachinollan, dijo que “en Guerrero se habla de desapariciones desde la etapa de la Guerra Sucia, con más de mil desaparecidos, desde la presidencia de la República, implantada por el ejército en nuestro país y sobre todo en Guerrero, para destruir la organización comunitaria; esa política de contrainsurgencia no se ha erradicado en nuestro país”.
Lo peor de todo, añadió: “ es que al ejército se le colocó al frente, para implementar las políticas de seguridad; se ha desplazado al actor civil; eso es lo grave, porque no hay justicia, y no se investigaron los crímenes del pasado, con los perpetradores de estas desapariciones forzadas, ahora se recicla al ejército, para que vuelva por sus fueros, cuando fueron ellos los que destruyeron todos los procesos de construcción de ciudadanía en Guerrero”.
Vemos a un gobierno “alejado de las víctimas, que da la espalda, y no los escucha, y los considera como actores incómodos; y por lo
parte de las compañeras mujeres buscadoras de los de las colectivas por qué a diferencia de lo que estamos acá diciendo que no están solas tanto es una lucha sorda; no se les escucha, no se les valora, se les estigmatiza, se les postergan las denuncias; no se les permite acceder a los expedientes; no se realizan los actos de investigación que más urgen”.
En Guerrero, “no tenemos ni siquiera a un titular de la Secretaría de Gobierno; que por lo menos encauce todos estos asuntos prioritarios; hay una encargada, que al final de cuentas no tiene las facultades para tomar decisiones, y acompañar a los colectivos”.
Los 25 colectivos que hay en Guerrero de víctimas que buscan en sus familiares “están atrapados, obviamente los divide los confronta y disputan precario presupuesto, que les impide realmente a ser robustecer su movimiento”.
Lo que más nos preocupa “es que vemos un gobierno débil, frente connivencia a un poder entre incontrolable, que es los grupos del crimen organizado; estamos en una etapa, dónde hay una convivivencia entre el poder político y el crimen organizado; donde hay más colectivos, ahí también está él poder delincuencial fortalecido; hablamos de las principales ciudades de Guerrero, como son: Acapulco, Iguala, Chilpancingo, Taxco, Tixtla, Tlapa, Chilapa; la Tierra Caliente, y allá, no hay gobierno”.