Acapulco, entre las "células delictivas" y las cofradías que controlan la SSP

Tercera Vía 
Acapulco, entre las "células delictivas" y las cofradías que controlan la SSP.
Ernesto Rivera Rodríguez
Acapulco cada día está peor en términos de violencia y seguridad. Los acapulqueños viven con el "Jesús" en los labios y los turistas la experiencia del "turismo extremo", vaya ciudad, en tanto este miércoles la exhibición de la política y la presentación de un convoy de patrullas, según esto "rentadas", cuyo destino está de antemano manipuladas por las cofradías que dirigen desde la oscuridad la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Acapulco, fueron el espectáculo local con la presencia del canciller Marcelo Ebrard Casaubón y la alcaldesa Abelina López Rodríguez, quien al parecer todo lo convierte en un jolgorio, donde a la corrupta SSP se le ocurrió cambiarle de nombre, y ahora se llama "Fuerza Acapulco". Pero carente de todo efectivo programa de seguridad, y sólo fue propaganda política.
Con agentes de seguridad distribuidos con discreción a más de 100 metros del Asta Bandera, el espectáculo se empalmó con el Primer Simulacro Nacional, ahí la fiscal general del estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, ante los medios, hizo hincapié en que la institución a su cargo no pierde tiempo en protagonismos, y que con la responsabilidad debida trabajan en las líneas precisas para localizar a las células delictivas, que son tres las que a últimas fechas han violentado la zona turística de Acapulco, células que se pelean el territorio.
De los ciudadanía aseguró que por temor a represalias en algunos casos hay temor de testigos porque conocen la forma de operar de los victimarios, c8mo es el caso del homicidio de Omar Reyes, cuyos familiares se han negado a cooperar porque saben de lo que son capaces, pero a pesar de ello las investigaciones se realizan en todos los casos, con diligencia y secrecía, lo cual es todo un proceso para tener éxito en la detención, y continuar con el proceso de vinculación para finalmente obtener la sentencia condenatoria, e impedir cualquier imputación de ilegalidad en el proceso, como fue el caso de la detención de Hermelindo, "El Meli o el Chiquillo" donde numerosos testimonios lo vinculan con la masacre de El Durazno, y mantiene su presencia en los puntos vitales de Coyuca de Catalán y de la Sierra de Guerrero.
La Fiscalía General del Estado debe poner su "mira" en la terrible corrupción que existe en la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco, cuyo "gobierno interior" está en poder de las denominadas "cofradías", denuncias que se han hecho durante años y ahora han rebasado todo lo anterior, y sin medianías es de todos conocido que, no importa a quien designen como director de dicha Secretaría, es sólo un CERO a la izquierda, el cuento de Ali Babá se queda corto y hasta risible para lo que sucede en el interior de la SSP, y su espacio de acción que es toda, toda la ciudad de Acapulco.