EDITORIAL
Por la boca muere el pez
Con declaraciones irresponsables, a la ligera y sin fundamento, el actual director del Colegio de Bachilleres de Guerrero, Jesús Villanueva Vega, inició el año pasado una campaña de linchamiento y persecución política en contra de su antecesor Fermín Alvarado Arroyo.
Esto terminó con una acusación pública, sesgada, manipulada y desproporcionada, del contralor estatal Eduardo Loria Casanova, a mediados de junio de 2021, por un presunto desvío de recursos de más de mil millones de pesos.
En general se trata de deudas y pasivos históricos que no han podido ser superados por quienes han estado al frente del Cobach Guerrero, debido a la insuficiencia presupuestaria, pues el 96 por ciento de los recursos se destina al pago de salarios y solamente cuatro por ciento a gastos de operación.
Se habló de la falta de pagos de impuestos y prestaciones sociales por 813 millones de pesos, imputándole al exdirector un pasivo heredado como parte de una deuda histórica institucional de años atrás; es el caso de los más de 200 millones del Programa de Prestaciones SEFI, que viene del 2005; los más de 200 millones pesos de laudos laborales que iniciaron en el 2008 y la deuda con jubilados por más 50 millones de pesos, que inicia en el 2012; montos que Fermín Alvarado no generó.
También el pasivo de impuestos como el ISR, SAT, ISSSTE, FOVISSSTE, que se genera por la insuficiencia de recursos presupuestales que vive el Colegio de Bachilleres desde 2005, 2012 y a la fecha, en virtud de que la institución no recibe el total de los recursos que se pactan entre el gobierno del estado y el gobierno federal (50% y 50%).
Y mientras el gobierno del estado no entregue la misma cantidad de recursos que el gobierno federal, quien esté al frente de la Dirección General del Cobach Guerrero no podrá cumplir con el total del pago de impuestos o enteros, porque no le entregan el total de los recursos que se requieren; quien esté al frente tiene que decidir entre pagar sueldos y medio pagar impuestos o hacer lo contrario; pagar el total de impuestos y medio pagar sueldos, lo que origina la inestabilidad en la institución por las seguras protestas de los trabajadores y sindicatos.
Y ahora resulta que el propio Jesús Villanueva reconoce dichos pasivos, ha declarado (Nota en Sur de Acapulco) lo mismo de lo que se acusó a su antecesor y que lo explicó de forma similar.
Entonces ¿Jesús Villanueva Vega será acusado por desvío millonario de recursos, como él acusó, sin conocimiento y análisis serio, a su antecesor? ¿También lo acusarán por no pagar las cuotas del ISSSTE y FOVISSSTE, así como laudos laborales?
Ese es el nivel de experiencia, responsabilidad y profesionalismo de estos nuevos funcionarios. Así se pierde credibilidad, por dar opiniones impulsivas y mal fundamentadas. (Arpa8).