No será fácil que normalistas de Ayotzinapa dejen de tomar casetas, porque es un negocio millonario: Omar Elías Azar

Jorge Balvanera
Para el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Omar Elías Azar, no será fácil que los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa dejen de tomar casetas, porque les resulta un negocio millonario que no están dispuestos a perder.
El líder empresarial aseguró que no será fácil que los normalistas “Suelten ese negocio, porque así ha sido para ellos, de dónde sacan millones de pesos cada vez que toman esas casetas, y va a ser difícil que quieran abandonar esos ingresos extraordinarios que se llevan a sus bolsas”.
Destacó que el sector productivo del estado lamenta ese mensaje de que en Guerrero se puede violar la ley así nada más, “eso debe parar”.  Invariablemente, dijo, se debe respetar la Constitución Política Mexicana, en donde se da garantía a la libre manifestación y a la libre asociación, “Pero la ley también manifiesta que el derecho de una persona termina cuando inicia el derecho del otro, es decir que no puede uno violar el derecho de otras personas, como en este caso, que con la toma de casetas se viola el derecho al libre tránsito, también los estudiantes roban con violencia vehículos y productos a varias empresas”, reiteró el representante empresarial.
Sostuvo que la sociedad civil percibe que en esas casetas los normalistas pueden volar la ley, “Eso no está bien y no lo avalamos como sociedad civil”.
Recordó que los guerrerenses, desde hace varios años “Hemos visto el lado violento de las manifestaciones de los normalistas, se han manifestado en la ciudad de Chilpancingo rayando los negocios, pateando los vehículos, vemos el lado violento, agresivo, vemos esa cara de los normalistas que hasta atemorizan a la población, es una cultura de la agresividad, un lado obscuro de los normaliatas, y luego cómo podremos entender que son los maestros que van a educar a los futuros ciudadanos”.
Mencionó que el sector productivo pide que se refuerce la seguridad, y no sólo para salvaguardar a los comerciantes, “Sino a la sociedad civil que nada tenemos que ver con sus demandas, y a los estudiantes que durante años han cometido agresiones, para que su integridad física no la pongan en riesgo; y por otro lado que se salvaguarda también la seguridad de los cuerpos policiacos”.
Por último aclaró que no se trata de confrontar a la sociedad con los estudiantes, sino de hacer un llamado a la paz y la tranquilidad que tanta falta hace a los guerrerenses, concluyó.