El gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, sostuvo que grupos de civiles armados no pueden asumir las tareas de seguridad encomendadas constitucionalmente a los gobiernos estatal y municipales, pero anotó que no buscará confrontaciones con ellos, sino diálogo para llegar a acuerdos que permitan transitar por la ruta de la gobernabilidad.
Al preguntársele sobre el conflicto suscitado en Petatlán, donde hombres armados pertenecientes a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) sometieron y desarmaron a los policías municipales para tomar el control de la seguridad ciudadana, el ejecutivo estatal rechazó una confrontación con ellos “que podría agravar la situación, pero desde luego que debemos intervenir”.
En entrevista, luego de inaugurar dos edificios docentes de la Universidad Autónoma de Guerrero en Acapulco, el gobernador anotó que espera la llegada de la Guardia Nacional que actuará en estos conflictos pero que aún no se aprueba en el Congreso.
Dijo que los hechos de Petatlán, los ocurridos en la Sierra de Guerrero y otros que tienen que ver con la seguridad los ha tratado con la secretaria de Gobernación federal, Olga Sánchez Cordero, considerándolos como “focos delicados” que requieren inmediata atención.
Sobre la desaparición del joven Jonathan Guadalupe Romero Gil, quien fue visto por última vez cuando fue subido por policías municipales a una patrulla, puntualizó que es un asunto que debe revisarse con prontitud y pidió a los familiares del mismo que hagan las denuncias correspondientes para que actúe la Fiscalía General del Estado.