Los fiscales de Morelos y de Guerrero informaron que hasta ayer no tenían ningún rastro de los seis jinetes y dos acompañantes más, entre ellas una mujer, quienes habrían venido desde Cuautla para participar en un jaripeo a San Miguel Totolapan, el pasado 17 de febrero.
En conferencia de prensa, el fiscal guerrerense Javier Olea Peláez y el del Estado de Morelos, Javier Pérez Durón, informaron que se investigan todas las llamadas y mensajes de los teléfonos celulares de las ocho personas desaparecidas, y no descartan que hayan sido secuestrados por un grupo de la delincuencia organizada.
Mencionaron que la búsqueda se amplió a las zonas Centro, Norte y La Sierra de Guerrero, y señalaron que hubo llamadas telefónicas para pedir dinero por el rescate de los plagiados, quienes iban a bordo de una camioneta color azul, y con placas de circulación del Estado de México.
Su destino era la comunidad de Linda Vista, en el municipio de San Miguel Totolapan, donde participarían en un jaripeo dentro de la feria que se lleva a cabo con motivo de las fiestas del santo patrono del lugar.
De los restos de personas encontrados en los últimos tres días, en las cercanías de Chilpancingo, indicaron que no puede afirmarse que se trate de los jinetes, pero ya se tomaron muestras de sangre de sus familiares, para comparar los ADN y determinar si es afirmativo.
Solicitaron a personal especializado en análisis de información y trabajos de gabinete de ambas fiscalías, quienes analizan en este momento la información de la telefonía relacionada con el evento delictivo, y se corrobora la información de geolocalización de los números telefónicos de las víctimas para su búsqueda y localización, sobre lugares específicos.