El delegado federal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Mateo Aguirre Arizmendi, señaló que la presencia de derriengue bovino similar a la rabia se ha presentado en esta época de calor porque los ganaderos no vacunan a sus reses, de las cuales hay suficientes aplicaciones para un millón 400 mil cabezas.
“Se trata de una enfermedad endémica que fácilmente se previene a través de la vacunación, por lo tanto es una práctica cotidiana que los ganaderos deben vacunar a sus reses cada año, el productor debe cuidar la cadena fría, comprar la vacuna en lugares donde esté seguro que tiene la conservación adecuada, porque muchas veces vacunan pero nada más le meten un líquido que no cumplió con la cadena fría de conservación”, expuso el funcionario estatal.
Recalcó que muchas veces se presentan las enfermedades “por una mala vacunación, entonces hay que estar seguros de dónde compramos la vacuna, y además por el cambio climático los patrones se han modificado considerablemente, es decir los nichos o refugios donde están los murciélagos que transmiten la enfermedad se han cambiado de lugar”.
Sin embargo aseguró que la presencia de casos de rabia en algunos lugares “son pocos y aislados, no hay un problema generalizado, no es motivo de alarma, y a veces la prevalencia sube y entonces hay que redoblar las vacunaciones, en lugar de hacerlo una vez hay que vacunar dos veces al año”.
Agregó que conjuntamente con los productores de ganado y el organismo auxiliar de la Sagarpa, que es el Comité de Fomento y Protección Pecuaria acuden a lugares donde se concentran grandes refugios de murciélagos para hacer capturas y aplicar químicos que reducen la presencia de estos quirópteros.
Sin embargo advirtió que estas prácticas cambian los ecosistemas, “hay patrones de la naturaleza que no debemos modificar porque ayudamos en algo pero perjudicamos otra cosa, por lo que mi recomendación es vacunar más y estar seguros de dónde compramos las vacunas”.