Ante la manifestación que realizaron ex integrantes del Movimiento Estudiantil Kiosco, ayer en las escalinatas del Ayuntamiento contra la dirigente Margarita Martínez García, de quien piden a la Fiscalía General del Estado que agilice las denuncias interpuestas en su contra por haberlos defraudado, siete de los 11 jóvenes del nuevo grupo anunciaron su retirada.
En el acceso al Ayuntamiento del parque Papagayo, Roberto Soriano Pérez, egresado de la Preparatoria número siete y aspirante a ingresar a la unidad académica de Medicina, de la Universidad Autónoma de Guerrero, dio a conocer que luego de enterarse del engaño de que fueron víctimas 43 jóvenes el año pasado, a quienes les pidieron dinero e hicieron perder seis meses esperando que los metieran a estudiar en la UAGro, al menos siete del nuevo grupo decidieron abandonar el movimiento.
“No hemos visto nada serio en lo que nos ofrece Margarita, solamente nos pidió dinero para mandar a hacer unas mantas, gastamos mil pesos, entonces yo no quiero ser estafado por seudo líderes, mejor me voy a la casa a prepararme para volver a hacer examen en diciembre”, expresó.
Agregó que Martínez García les prometió ingresarlos a la máxima casa de estudios, en diferentes unidades académicas, pero ya se informaron bien de la falsedad de esa dirigente, por lo que no participarán en su movimiento y esperarán la segunda oportunidad que les ofrecen en la Universidad para poder ingresar.
Minutos antes, Janet Ortega Tapia, ex integrante del movimiento el año pasado, reiteró durante una manifestación las acusaciones que han hecho contra Margarita Martínez, y recomendó a los nuevos jóvenes a no dejarse engañar “porque solamente explota y aprovecha la ilusión de nosotros, esa señora lucra con nuestra necesidad de estudiar, y luego maltratan a los miembros del grupo, nos obligaron a participar en marchas que no tenían nada que ver con nosotros, como de la CETEG y del CECOP”.
Recordó que inicialmente eran 30 aspirantes a Medicina, Enfermería y Odontología, pero se unieron otros 13 que aspiraban a ingresar a otras carreras, y finalmente quedaron 31, “aunque ella seguía diciendo que éramos 43, para poder meter a sus recomendados en una universidad privada, donde le autorizaron becas de 40 mil pesos para algunos de nosotros y no sabemos a quiénes se las dio, por eso preferimos prepararnos, estudiar y hacer nuevo examen, del cual ya pasamos cinco y estamos estudiando en la UAGro”.