Zarpa Buque Escuela Cuauhtémoc a su travesía de instrucción 34

El buque escuela Cuauhtémoc, el incansable Caballero de los Mares que ha recorrido más de 664 mil millas náuticas, lo que equivale a dar 32 vueltas al mundo, y que recientemente, a sus 32 años de existencia, fue objeto de reparaciones y mantenimiento para seguir sirviendo de adiestramiento a los cadetes de la Armada de México, zarpó del puerto de Acapulco para iniciar su travesía de instrucción número 34 “Levante Mediterráneo 2015”, del 25 de abril al 22 de noviembre.
Con nueve capitanes a bordo, 33 oficiales, 43 cadetes y 126 elementos de clases y marinería, quienes tocarán 14 puertos de 13 países, recorriendo 18 mil millas náuticas, el embajador marítimo mexicano bajo el mando del capitán de navío Pedro Mata Cervantes, fue despedido en la Base de la Octava Región Naval Militar, en una ceremonia que encabezó el secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, junto con el gobernador provisional de Guerrero, David Cienfuegos Salgado, y el presidente municipal de Acapulco, Luis Uruñuela Fey.
En la ceremonia, el titular de la Semar pidió a los cadetes de la Marina que sea “su patriotismo, lealtad y entereza, su mejor guía para retornar a casa con la satisfacción del deber cumplido; que tengan buena mar y mejores vientos; los exhorto a que pongan en alto el nombre de México”.
El buque escuela Cuauhtémoc navega por los mares con la misión de llevar al mundo el mensaje de amistad y buena voluntad del pueblo mexicano, “y hoy se escribe una nueva página en la bitácora de las travesías de nuestro buque insignia, que es orgullo de la nación, emblema de la Armada de México y cuna de los marinos militares al servicio de la patria”, puntualizó Soberón Sanz.
En nombre de los tripulantes del navío, la cadete del cuarto año de la carrera del Cuerpo General de la Heroica Escuela Naval Militar, Andrea Michel Mauleón Rodríguez externó que ayer cumplió “el sueño y la ilusión de abordar por la pasarela al embajador y caballero de los mares; el esfuerzo ha valido la pena, porque toda meta implica un sacrificio”.
En los lugares donde anclará el buque, habrá de compartir con quienes visiten sus cubiertas, la cultura, música, gastronomía, costumbres y tradiciones del pueblo mexicano.