Más de cincuenta niños con cáncer olvidaron por un momento su dolor, y hasta con sus bracitos canalizados con medicamentos acudieron a divertirse durante la celebración del Día de Reyes Magos en el Instituto Estatal de Cancerología, donde destaca una niña de 10 años de edad que se aferra a la vida y les da ánimo a sus compañeritos internados en el mismo hospital.
Dana Betazabé Vélez Morales, con su vocecita ronquita pero bien animada, dice que viene de Chilpancingo y se internó el 22 de abril del año 2013, recordando muy bien las fechas. Estudiaba tercer grado de primaria, “y ya voy en quinto año, dejé mis estudios, por lo mismo de mi enfermedad, que debo tener mucho cuidado, pero pienso regresar a la escuela”, expresó.
Quien cuida de ella es su mamita, además del personal del Instituto, ya que su padre trabaja de apoyo como maestro de Ingeniería, y tiene un hermanito de cinco años de edad que estudia tercero de kinder.
“Los doctores me dicen que voy mejorando, que podré curarme y voy a salir con muchas ganas para jugar y estudiar. Quisiera ser doctora en Oncología”, dijo con claridad la pequeña Dana Betzabé, quien sin embargo afirma que “a veces las medicinas son fuertes, algunas duelen, otras no, pero es por mi bien”.
Ella es una de los 86 menores de edad que se encuentran internados en ese hospital para enfermos de cáncer, donde fallecen en promedio uno cada mes, y el problema principal que enfrentan es la falta de plaquetas porque no hay donadores.
La doctora que la atiende dice que Dana Betzabé es originaria de Tlapa y enfrenta una leucemia de alto riesgo, pero que por fortuna evoluciona bien, ha tolerado la quimioterapia y le da mucha motivación a sus vecinitos de cama. “Platica con ellos, se pone de ejemplo y les da mucho entusiasmo, tiene muchas ganas de curarse y ojalá que lo logre”, externó.
(Arturo Parra, Novedades Acapulco).