No le aceptaron su incapacidad médica a una profesora de la Secundaria N° 2

Por Arturo Parra Ochoa
La profesora de inglés Lucía Burgos Castrejón, denunció que el director y otros miembros del plantel educativo de la Secundaria número 2 de Acapulco, no solamente se negaron a aceptarle una incapacidad médica, tras una fractura que sufrió en octubre del año pasado, sino que tampoco le permiten regresar a dar clases.
Dijo que el pasado cuatro de octubre se cayó y tuvo una fractura, cuando el director de la escuela secundaria era el profesor Santacruz Ríos Marín, quien desde un principio se negó a recibirle su incapacidad médica expedida por la clínica del ISSSTE, por lo que ella se inconformó y tuvo que quejarse en su delegación sindical durante más de dos meses.
En ese lapso, a Santacruz Ríos le dieron nombramiento de jefe de Enseñanza en su sector, y se despidió de la secundaria, pero para su mala fortuna los demás jefes de Enseñanza no lo aceptaron, porque anteriormente habían tenido problemas con él, precisamente cuando fue director, y ahora está en calidad de auxiliar con el supervisor de la Zona Escolar número 20, Serafín García Vargas.
Fue entonces que ascendieron como director de la Secundaria número 2 al maestro Pedro Mercado Quiñonez, quien a decir de la profesora Burgos Castrejón no tiene la suficiente preparación académica para ocupar ese cargo, “porque es maestro de los antigüitos, además de que solamente daba clases de Mecánica”, indicó.
Agregó que como su queja llegó incluso hasta la Contraloría Interna de la Secretaría de Educación de Guerrero, y al Departamento Jurídico, el día primero de diciembre del 2010, y el 22 de febrero de 2011, le entregan unos documentos que igualmente le hicieron llegar al nuevo director Pedro Mercado, “quien tiene una cremería en el Mercado de la Progreso; es un viejo sucio, borracho y asqueroso, que le gusta manosear a varias compañeras, inclusive una vez quiso hacer lo mismo conmigo en una fiesta”, se quejó Lucía Burgos.
En esos documentos le giraban instrucciones para reinstalarla, pero el director se negó a recibirla y aceptarla en la escuela, “buscando por todos los medios que yo ya no dé clases; va a los grupos y les dice a los alumnos que les va a dar la maestra Iris. Entonces no acatan la orden, ni el supervisor ni el director; me esconden los libros para firmar mi asistencia, y también el profesor Dorantes, quien es subdirector del turno vespertino, obedece ciegamente las órdenes del director, pero de todo esto ya tiene conocimiento la Contraloría y que detrás está el mentado Santacruz, porque a fuerza quiere sacarme para darle el lugar a una amiguita que tiene de nombre Natalia Millán Benítez”, añadió la quejosa.