
Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 22 de marzo de 2009.- Luego de adelantar que del 24 al 26 de marzo, la Arquidiócesis de Acapulco celebrará su asamblea diocesana para completar el V Plan Diocesano de Pastoral, con el cual la Iglesia Católica proyecta su misión durante los próximos ocho años, el arzobispo Felipe Aguirre Franco dijo que la sociedad guerrerenses necesita candidatos a diputados federales con una vida moral recomendable, y que estén dispuestos a ser auténticos servidores del pueblo, no a servirse de éste.
En la conferencia dominical ofrecida ayer a los medios de comunicación, el prelado católico dijo que una de las tareas que tendrá la asamblea diocesana será la de elaborar 15 proyectos pastorales que responderán a otras tantas necesidades detectadas en su diagnóstico de la realidad eclesial y social.
“Hablamos de un panorama de descomposición social, y señalamos que la gente no está contenta con la forma de organizar la economía, ni la manera de hacer política y buscar algo diferente. Una sociedad diferente significa que la economía se organice a partir de la solidaridad, que la democracia sea realmente participativa, que se reconozca la diversidad cultural, que se respete el medio ambiente, y que la sociedad sea un espacio plural en el que no se excluya a nadie de las oportunidades para su desarrollo integral”, abundó.
La Iglesia de Acapulco, precisó monseñor Aguirre Franco, quiere contribuir a la recomposición de la sociedad precisamente mediante la evangelización, “pues creemos que el Evangelio tiene la virtud de inspirar nuevos modelos de convivencia social; por lo mismo, pensamos en la necesidad de reformas institucionales y pastorales, que le permitan a la Iglesia abandonar sus inercias y abrirse a todos, y de manera particular a los pobres y excluidos de la sociedad”.
Por otro lado, la máxima autoridad de la Arquidiócesis de Acapulco habló de lo que espera la ciudadanía de los próximos candidatos y futuros diputados federales. “Tienen que ser gente que conozca la realidad en que vive su distrito al cual va servir, y que tenga capacidad para legislar, no vayan a poner candidatos nada más para que tengan un hueso sabroso que roer, sino que tengan capacidad política, personas dispuestas a servir”, externó.
A la vez hizo un llamado a los candidatos a ser respetuosos de las leyes electorales, “para proceder en una forma limpia, transparente y legal, en la que todos estamos dispuestos a caminar, dispuestos a ser juzgados y avalados, y animados por el Instituto Federal Electoral”.
Mencionó que el Consejo Interreligioso de Guerrero firmó un decálogo electoral, en el cual se someten también al escrutinio “y estamos dispuestos a que se nos apliquen las sanciones estipuladas para todos los ciudadanos, porque como clérigos de las iglesias no queremos privilegios, queremos participar igual que todos los ciudadanos”.
El arzobispo de Acapulco se refirió más adelante al homicidio de dos dirigentes mixtecos en Ayutla de los Libres, y recordó que la Iglesia Católica siempre ha abogado porque se respeten los derechos de los indígenas, “pues con mucha frecuencia son marginados, y pedimos que se le dé toda la atención necesaria a este caso particular, así como al de los cinco indígenas presos, que esperamos se esclarezca su situación, y no sea dolorosamente a costa de la violación de sus derechos étnicos”.
En la conferencia dominical ofrecida ayer a los medios de comunicación, el prelado católico dijo que una de las tareas que tendrá la asamblea diocesana será la de elaborar 15 proyectos pastorales que responderán a otras tantas necesidades detectadas en su diagnóstico de la realidad eclesial y social.
“Hablamos de un panorama de descomposición social, y señalamos que la gente no está contenta con la forma de organizar la economía, ni la manera de hacer política y buscar algo diferente. Una sociedad diferente significa que la economía se organice a partir de la solidaridad, que la democracia sea realmente participativa, que se reconozca la diversidad cultural, que se respete el medio ambiente, y que la sociedad sea un espacio plural en el que no se excluya a nadie de las oportunidades para su desarrollo integral”, abundó.
La Iglesia de Acapulco, precisó monseñor Aguirre Franco, quiere contribuir a la recomposición de la sociedad precisamente mediante la evangelización, “pues creemos que el Evangelio tiene la virtud de inspirar nuevos modelos de convivencia social; por lo mismo, pensamos en la necesidad de reformas institucionales y pastorales, que le permitan a la Iglesia abandonar sus inercias y abrirse a todos, y de manera particular a los pobres y excluidos de la sociedad”.
Por otro lado, la máxima autoridad de la Arquidiócesis de Acapulco habló de lo que espera la ciudadanía de los próximos candidatos y futuros diputados federales. “Tienen que ser gente que conozca la realidad en que vive su distrito al cual va servir, y que tenga capacidad para legislar, no vayan a poner candidatos nada más para que tengan un hueso sabroso que roer, sino que tengan capacidad política, personas dispuestas a servir”, externó.
A la vez hizo un llamado a los candidatos a ser respetuosos de las leyes electorales, “para proceder en una forma limpia, transparente y legal, en la que todos estamos dispuestos a caminar, dispuestos a ser juzgados y avalados, y animados por el Instituto Federal Electoral”.
Mencionó que el Consejo Interreligioso de Guerrero firmó un decálogo electoral, en el cual se someten también al escrutinio “y estamos dispuestos a que se nos apliquen las sanciones estipuladas para todos los ciudadanos, porque como clérigos de las iglesias no queremos privilegios, queremos participar igual que todos los ciudadanos”.
El arzobispo de Acapulco se refirió más adelante al homicidio de dos dirigentes mixtecos en Ayutla de los Libres, y recordó que la Iglesia Católica siempre ha abogado porque se respeten los derechos de los indígenas, “pues con mucha frecuencia son marginados, y pedimos que se le dé toda la atención necesaria a este caso particular, así como al de los cinco indígenas presos, que esperamos se esclarezca su situación, y no sea dolorosamente a costa de la violación de sus derechos étnicos”.