Rescate a los valores familiares, clama candidata a regidora de Acapulco

Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 9 de septiembre de 2008.- Ferviente creyente de la religión cristiana, amorosa con su profesión de maestra y con su condición de madre, Olga Salmerón Mendoza pugna porque se rescaten los valores humanos y los vínculos familiares, “que son la base de nuestra sociedad, y que su pérdida tiene mucho que ver con los problemas que vivimos en la actualidad”, anota la candidata a regidora por la coalición PRI-PVEM “Juntos para mejorar”.
Ella es originaria de Acapulco, de una de las primeras colonias de este puerto, Santa Cruz, fundada precisamente por sus abuelos y tíos que llegaron desde Tixtla, por Tierra Colorada, y fundaron aquí el ejido de Santa Cruz. Fueron los Rodríguez, los Salmerón, los Tacuba, y ahí nació Olga, junto con toda su demás familia.
Estudió la primaria en la escuela Vicente Guerrero de la colonia Morelos, terminó su secundaria en la Federal número 2, para después estudiar en la Prepa 17, y de ahí tuvo que emigrar a Chilpancingo para estudiar la escuela Normal Superior.
Su militancia en el Partido Revolucionario Institucional la inició hace más de 26 años, cuando era una joven de 18 años de edad, y que como muchos jóvenes comenzaron en el PRI realizando encuestas.
“Haciendo encuestas es como que te va naciendo el amor hacia un partido que te da una oportunidad, porque yo estaba estudiando y necesitaba trabajar para seguir sosteniendo mis estudios, ya que éramos una familia muy numerosa, de ocho hermanos, y teníamos que buscar la forma de ayudarle a mi padre, así fue como llegué al PRI, por primera vez a los 18 años, con Rubén Robles Catalán”, comentó.
Recuerda que “poco a poco fui subiendo de puesto, ya que de encuestadora llegué a ser la encargada de la fotocopiadora y todo el manejo de la papelería allá en el PRI estatal, eso era muy bonito para mí. En época de elecciones como ahora, nos íbamos a dormir un rato, a las cinco de la mañana nos dejaban salir
del PRI, y desde ahí me nace el amor por la política y el partido”.
Incluso dice que nació en un ambiente priísta, “con mis papás, porque ellos fueron ejidatarios de Santa Cruz, formaron y fueron toda su vida partidista, desde mis abuelos y hasta la fecha, está un hermano que le sobrevive a mi papá, que es fundador de la colonia Ampliación Santa Cruz, y es priísta de hueso colorado, entonces es difícil que dejes tus convicciones, cuando vienen desde abajo, desde tus raíces, como las de nosotros, es muy difícil cambiarlas”.
Olga es profesora con la especialidad en Historia y maestra de la escuela primaria “Felicitas V. Jiménez”. Presidió los Patronatos de Participación Ciudadana de la Secretaría General de Gobierno, Secretaría de Educación, Colegio de Bachilleres y CAPAMA, desde donde se empeñó en ampliar los programas de becas para los estudiantes, la rehabilitación de los menores infractores, fomento de una cultura de protección al medio ambiente, a través de campañas de reforestación.
En Acapulco, concertó un apoyo mensual a la Cruz Roja, de un peso por cada recibo pagado, y logró el 50 por ciento de descuento en el recibo del agua, para las personas de la tercera edad.
Como mujer, esposa y madre de familia, ha pertenecido a diversas organizaciones y es una gran defensora de los valores de la familia, del respeto a la vida, a la fe y las creencias.
Está casada con Fermín Gerardo Alvarado Arroyo, diputado local con licencia y candidato a síndico por la misma coalición PRI-PVEM, al cual conoció precisamente cuando fue encuestadora, porque su esposo también participaba en esas y otras actividades priístas.
Tienen dos hijos, Carlos Gerardo de 19 años de edad, y Jonathan Fermín de 11 años. “Ellos se emocionan, les encanta andar en las caminatas, también están acostumbrados, a Carlos le tocó la época de auge de su papá, desde que empezó en las filas con Rubén Figueroa, nos lo llevábamos a todos lados, Fermín fue capacitador en la escuela de cuadros, y viajábamos hasta La Montaña con Carlos muy pequeñito, acompañábamos a Robles Catalán haciendo campaña, tal vez yo no en el escenario del frente, pero siempre hemos estado ahí, como los camarógrafos, atrás pero firmes, atrás y a un lado de mi esposo”, expresa.
A la candidata a regidora por la coalición “Juntos para mejorar”, lo que más le aqueja es la familia, “las mujeres, los niños, siempre he dicho que si tenemos una familia y unos hijos sanos, la sociedad va a cambiar, porque de ahí emana todo lo que hace a una sociedad, lo que hace al hombre, a la mujer, los valores que se les inculquen; yo siempre infundo el temor a Dios, porque es lo que te hace detenerte ante actos ilícitos, a no cometer cosas que no están permitidas para los jóvenes, o para los adultos”, indica.
Para ella “es muy importante el vínculo familiar, los niños, que desde su formación, desde el kínder se les empiece a hablar de lo que es la vida, tratándoles de enseñar siempre lo bueno, las cosas buenas, hacerle saber que cada acción que hagas tiene una reacción, y si haces acciones buenas vas a tener una vida buena, de acciones buenas en tu vida.”
Y como está también agradecida con Dios, considera que “se han olvidado de esa parte importante que es Dios. Yo les pido la oportunidad a la gente, oportunidad de fe y de esperanza, es el voto más útil que puede haber, para trabajar por todos. Para mí lo más importante van a ser los niños y las mujeres, los ancianos, que me dan ganas hasta de llorar cuando vamos a los asilos, a los albergues, y ves tantas cosas bonitas que te proyectan los ancianos, porque no es de ahorita, siempre hemos hecho labores con Fermín, le digo que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, y siempre que recibe algo, su aguinaldo por ejemplo, llevamos el 10 por ciento a los ancianos, en ropa, en muchas cosas o necesidades que ellos tienen”.
Insistió en que está muy agradecida con Dios, “y con quienes me están dando la oportunidad de servirles”.