Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 2 de septiembre de 2008.- Habitantes de la colonia Electricistas de Renacimiento, exigieron en el Palacio municipal la intervención de las direcciones de Ecología y Reglamentos, para clausurar definitivamente la lavandería “Coral” que habían cerrado hace cinco meses por contaminar el ambiente y amenazar la salud de unas 600 familias, ya que a pesar de los sellos el negocio sigue funcionando.
Los inconformes, entre ellos José Miguel Maganda Zavaleta, señalaron que la citada lavandería contamina con gases tóxicos desde hace aproximadamente un año, “y nuestros hijos tienen problemas para respirar, sobre todo por las noches, que es cuando expelen esos gases”, al tiempo que mostró fotografías como prueba de su afirmación.
Recordaron que hace cinco meses Ecología y Reglamentos clausuraron el local, que se encuentra ubicado en lote uno, manzana 252 de la colonia Electricistas de Renacimiento, andador Cahuayana, porque no tenía su licencia de funcionamiento en regla, por trabajar fuera del horario establecido y porque contaminaba quemando llantas, plásticos y madera.
Sin embargo, los propietarios, Juan Manuel Gallegos Sánchez y Rigoberto Gallegos Contreras, rompieron los sellos de clausura y siguen operando, de lo cual también mostraron fotografías, donde se observan los carros que transportan el material para incinerar y poner a funcionar las calderas.
“Las humaredas ya son insoportables, y esta situación de la clausura que violaron, es como una burla a las autoridades, porque hasta perdieron una suspensión del Tribunal de lo Contencioso Administrativo”, dijo Maganda Zavaleta, quien mostró copias de los expedientes 568, 679 y 843, donde se le niega el amparo que pedía por actos del gobierno municipal.
Los quejosos advirtieron que si las autoridades municipales no actúan nuevamente y cierran ya de manera definitiva esa lavandería, se reunirán para realizar otro bloqueo a la altura del bulevar Vicente Guerrero, “porque nuestros hijos se enferman de la garganta, de los ojos, les duele la cabeza y hasta se les ha hecho crónico, por culpa de esos gases y de las mismas autoridades que no hacen nada”.
Finalmente mencionaron que el negocio lo abren hasta después de las 12 de la noche, y los carros que les llevan llantas y demás material para quemar, llegan a las puertas de esas instalaciones hasta cuatro veces al día.
Los inconformes, entre ellos José Miguel Maganda Zavaleta, señalaron que la citada lavandería contamina con gases tóxicos desde hace aproximadamente un año, “y nuestros hijos tienen problemas para respirar, sobre todo por las noches, que es cuando expelen esos gases”, al tiempo que mostró fotografías como prueba de su afirmación.
Recordaron que hace cinco meses Ecología y Reglamentos clausuraron el local, que se encuentra ubicado en lote uno, manzana 252 de la colonia Electricistas de Renacimiento, andador Cahuayana, porque no tenía su licencia de funcionamiento en regla, por trabajar fuera del horario establecido y porque contaminaba quemando llantas, plásticos y madera.
Sin embargo, los propietarios, Juan Manuel Gallegos Sánchez y Rigoberto Gallegos Contreras, rompieron los sellos de clausura y siguen operando, de lo cual también mostraron fotografías, donde se observan los carros que transportan el material para incinerar y poner a funcionar las calderas.
“Las humaredas ya son insoportables, y esta situación de la clausura que violaron, es como una burla a las autoridades, porque hasta perdieron una suspensión del Tribunal de lo Contencioso Administrativo”, dijo Maganda Zavaleta, quien mostró copias de los expedientes 568, 679 y 843, donde se le niega el amparo que pedía por actos del gobierno municipal.
Los quejosos advirtieron que si las autoridades municipales no actúan nuevamente y cierran ya de manera definitiva esa lavandería, se reunirán para realizar otro bloqueo a la altura del bulevar Vicente Guerrero, “porque nuestros hijos se enferman de la garganta, de los ojos, les duele la cabeza y hasta se les ha hecho crónico, por culpa de esos gases y de las mismas autoridades que no hacen nada”.
Finalmente mencionaron que el negocio lo abren hasta después de las 12 de la noche, y los carros que les llevan llantas y demás material para quemar, llegan a las puertas de esas instalaciones hasta cuatro veces al día.