Arturo Parra Ochoa
Acapulco Gro., 17 de julio de 2008.- El alcalde Félix Salgado Macedonio se quejó de que no obstante que “en Acapulco estamos en una situación de emergencia por el problema para bombear el agua hacia las colonias de las partes altas, la federación sigue haciendo un diagnóstico de la CAPAMA, retrasando los recursos que vino a anunciar el Presidente Felipe Calderón hace ya casi dos meses”.
Luego de reunirse con integrantes de la comisión técnica consultiva encargada de regular la apertura de molinos y tortillerías en Acapulco, el presidente municipal apuntó que “con ese levantamiento del diagnóstico de cómo está la CAPAMA, andan como quienes anduvieron investigando quién mató a Colosio, y que a estas alturas no lo saben, cuando todos sabemos muy bien quién lo hizo, al igual que todos sabemos que la paramunicipal está quebrada y que se necesitan urgentemente los recursos para la compra de nuevas bombas, pues las que tenemos son de hace 30 años, y las tuberías están reventadas.”
Dijo sentirse impotente “porque no puedo hacer nada y la gente me exige agua, es un caso de emergencia, nuestras bombas ya están viejas y no sirven para llevar el agua a todas las colonias. Mientras, tengo que hacer pucheros para que el gobernador me preste aunque sea 50 millones de pesos, que le pagaríamos cuando recibamos los primeros recursos anunciados por el Presidente Calderón.”
Agregó que para atender toda la problemática del agua potable y el tratamiento de las plantas tratadoras de aguas residuales, su gobierno necesita por lo menos de mil millones de pesos para las tuberías, 200 millones de pesos para las bombas nuevas, y más de mil millones para las plantas de tratamiento.
Sin embargo, observó “apenas si alcanzamos a arrancarle a la federación 730 millones y a tres años, de los cuales en este año serán como 260 millones de pesos, y para los otros yo ya no voy a estar.”
Insistió en que el gobierno federal “sigue haciendo diagnósticos mientras la gente quiere agua y no entiende de eso, pero las bombas ya no sirven, ya no empujan y ya no llega el agua a las partes altas, entonces se me revuelve el corazón de la impotencia, y ahí andamos llevando pipas, aunque sea.”
Recordó cuando gestionó los recursos para el saneamiento de la bahía y señaló que “si yo me hubiera quedado aquí apanicado, espantado, acartonado, y no salgo a la ciudad de México, a la Cámara de Diputados, a exigir más presupuesto para Acapulco, como el saneamiento integral, ese dinero se hubiera ido para otro lado, entonces gestionamos que se viniera para acá, que la Comisión de Hacienda lo destinara a la Conagua y de la Conagua a la CAPAMA, porque así salió el dictamen, para los tres destinos más importantes de México, que son Veracruz, Puerto Vallarta y Acapulco, y eran 2 mil millones de pesos.”
Sin embargo, comentó, “cuando Hacienda saca su ley de egresos ya no viene el nombre de Acapulco, lo borraron y ya no venía el dinero para acá, por eso me tuve que movilizar con mil personas, y fuimos a reclamar. Nos dijeron que todo era cuestión de interpretación, y entonces les dije que Acapulco era el puerto turístico más importante de México.”
No obstante, recapituló que “hoy la situación es de emergencia, el problema del desabasto de agua es real y se requiere de bombas nuevas, la CAPAMA no tiene el recurso para eso, y entonces seguiremos insistiendo para que cuanto antes lleguen los recursos de la federación, que se destine una parte al agua, y la otra para las plantas tratadoras. Pero si no llega la lana, aquí la gente me la mienta a mí. Y el que venga va a llorar si no le ayudan invirtiéndole millones de pesos al asunto del agua potable.”
Luego de reunirse con integrantes de la comisión técnica consultiva encargada de regular la apertura de molinos y tortillerías en Acapulco, el presidente municipal apuntó que “con ese levantamiento del diagnóstico de cómo está la CAPAMA, andan como quienes anduvieron investigando quién mató a Colosio, y que a estas alturas no lo saben, cuando todos sabemos muy bien quién lo hizo, al igual que todos sabemos que la paramunicipal está quebrada y que se necesitan urgentemente los recursos para la compra de nuevas bombas, pues las que tenemos son de hace 30 años, y las tuberías están reventadas.”
Dijo sentirse impotente “porque no puedo hacer nada y la gente me exige agua, es un caso de emergencia, nuestras bombas ya están viejas y no sirven para llevar el agua a todas las colonias. Mientras, tengo que hacer pucheros para que el gobernador me preste aunque sea 50 millones de pesos, que le pagaríamos cuando recibamos los primeros recursos anunciados por el Presidente Calderón.”
Agregó que para atender toda la problemática del agua potable y el tratamiento de las plantas tratadoras de aguas residuales, su gobierno necesita por lo menos de mil millones de pesos para las tuberías, 200 millones de pesos para las bombas nuevas, y más de mil millones para las plantas de tratamiento.
Sin embargo, observó “apenas si alcanzamos a arrancarle a la federación 730 millones y a tres años, de los cuales en este año serán como 260 millones de pesos, y para los otros yo ya no voy a estar.”
Insistió en que el gobierno federal “sigue haciendo diagnósticos mientras la gente quiere agua y no entiende de eso, pero las bombas ya no sirven, ya no empujan y ya no llega el agua a las partes altas, entonces se me revuelve el corazón de la impotencia, y ahí andamos llevando pipas, aunque sea.”
Recordó cuando gestionó los recursos para el saneamiento de la bahía y señaló que “si yo me hubiera quedado aquí apanicado, espantado, acartonado, y no salgo a la ciudad de México, a la Cámara de Diputados, a exigir más presupuesto para Acapulco, como el saneamiento integral, ese dinero se hubiera ido para otro lado, entonces gestionamos que se viniera para acá, que la Comisión de Hacienda lo destinara a la Conagua y de la Conagua a la CAPAMA, porque así salió el dictamen, para los tres destinos más importantes de México, que son Veracruz, Puerto Vallarta y Acapulco, y eran 2 mil millones de pesos.”
Sin embargo, comentó, “cuando Hacienda saca su ley de egresos ya no viene el nombre de Acapulco, lo borraron y ya no venía el dinero para acá, por eso me tuve que movilizar con mil personas, y fuimos a reclamar. Nos dijeron que todo era cuestión de interpretación, y entonces les dije que Acapulco era el puerto turístico más importante de México.”
No obstante, recapituló que “hoy la situación es de emergencia, el problema del desabasto de agua es real y se requiere de bombas nuevas, la CAPAMA no tiene el recurso para eso, y entonces seguiremos insistiendo para que cuanto antes lleguen los recursos de la federación, que se destine una parte al agua, y la otra para las plantas tratadoras. Pero si no llega la lana, aquí la gente me la mienta a mí. Y el que venga va a llorar si no le ayudan invirtiéndole millones de pesos al asunto del agua potable.”