Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 17 de mayo de 2008.- Ismael Clemente Vázquez, de 28 años de edad, murió colgado de un árbol en la parte alta de la colonia Obrera, aparentemente suicidándose, sin que hasta ayer se conocieran las causas.
De acuerdo con el reporte de la Policía Preventiva Municipal de Acapulco, Clemente fue encontrado ayer por la tarde, pendiendo de un árbol de aproximadamente tres metros de altura, que se localiza en la vía pública sobre la calle Ignacio Manuel Altamirano de la colonia antes mencionada.
El difunto era conocido como “La Roña” en la colonia Ampliación Lázaro Cárdenas, donde tenía su domicilio, de acuerdo con datos aportados por su madre, Petra Vázquez Gutiérrez, quien reclamó el cuerpo de su hijo y no quiso que se lo llevara el personal del Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley.
Fue una vecina de la colonia Obrera, de nombre Cecilia Navarrete Bernal, quien dio aviso a la policía de que “La Roña” se había ahorcado en ese lugar, con un mecate color amarillo, de donde fue bajado por sus familiares, quienes solamente manifestaron que se trató de un suicidio, pero no quisieron aclarar las causas que presuntamente orillaron a la víctima quitarse la vida de esa manera.
Acapulco, Gro., 17 de mayo de 2008.- Ismael Clemente Vázquez, de 28 años de edad, murió colgado de un árbol en la parte alta de la colonia Obrera, aparentemente suicidándose, sin que hasta ayer se conocieran las causas.
De acuerdo con el reporte de la Policía Preventiva Municipal de Acapulco, Clemente fue encontrado ayer por la tarde, pendiendo de un árbol de aproximadamente tres metros de altura, que se localiza en la vía pública sobre la calle Ignacio Manuel Altamirano de la colonia antes mencionada.
El difunto era conocido como “La Roña” en la colonia Ampliación Lázaro Cárdenas, donde tenía su domicilio, de acuerdo con datos aportados por su madre, Petra Vázquez Gutiérrez, quien reclamó el cuerpo de su hijo y no quiso que se lo llevara el personal del Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley.
Fue una vecina de la colonia Obrera, de nombre Cecilia Navarrete Bernal, quien dio aviso a la policía de que “La Roña” se había ahorcado en ese lugar, con un mecate color amarillo, de donde fue bajado por sus familiares, quienes solamente manifestaron que se trató de un suicidio, pero no quisieron aclarar las causas que presuntamente orillaron a la víctima quitarse la vida de esa manera.