Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 6 de abril de 2008.- El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Acapulco, Juan Navarro Castellanos, dijo que debe analizarse “con mayor seriedad” la propuesta del presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, en el sentido de solicitar a las autoridades federales que se otorgue protección y una nueva identidad a los narcotraficantes arrepentidos.
Tras oficiar ayer la misa de homenaje póstumo al periodista Amado Ramírez Dillanes, en su primer aniversario luctuoso, exhortó a las autoridades a que se realicen las investigaciones con apego a la verdad y derecho, en torno al caso del asesinato del corresponsal de Televisa.
Al ser cuestionado sobre el caso del periodista, manifestó que “no estamos del todo enterados de esta situación, de cómo van los avances, pero sí invitamos al pueblo, a los responsables de hacer las investigaciones, que las hagan con apego a la verdad y conforme a derecho”.
Señaló que la inquietud del pueblo y la comunidad es que se acabe este tipo de acciones “de la mejor manera, siempre y cuando se respeten los derechos humanos de todos, y que no se den situaciones injustas, por lo que se deben hacer los esfuerzos correspondientes y estos apegados a la verdad y la justicia.”
Por otra parte, el obispo auxiliar también opinó sobre el tema de que la jerarquía de la Iglesia católica sugirió al gobierno federal modificar la Constitución para brindar protección e identidad a los narcotraficantes que deseen cambiar el rumbo de su vida.
Señaló que debe haber perdón para cualquier persona que se arrepienta, lo cual expresa su voluntad de cambiar de vida, “y si está inmiscuido en el narcotráfico, si mató a alguien o le quitó la vida a alguien, habría que analizarse con seriedad, pero por eso están las cárceles, y no es el hecho de borrarlos del mapa solamente, porque en México no admitimos la pena de muerte.”
“Nosotros no estamos de cuerdo en que se den hechos negativos, al mal hay que rechazarlo y lo que hace una Iglesia es que prevalezca la ética, la moral, el bien”, remarcó monseñor Juan Navarro.
En un boletín de prensa, se refiere a la reorientación de la acción pastoral de la Iglesia en México, “con el objetivo de profundizar y asumir la nueva evangelización, con los desafíos e interpelaciones del país, en el espíritu de Aparecida, para impulsar en México una Iglesia con discípulos y misioneros.”
La Iglesia particular de Acapulco, puntualizó el obispo, irá concretando esta orientación de la acción pastoral, particularmente a través de los trabajos de la próxima asamblea diocesana, a realizarse en el mes de octubre, donde los agentes de pastoral ubicándose en el contexto eclesial y regional, elaborarán una evaluación autocrítica y discernirán los caminos para responder a los grandes desafíos del pueblo que peregrinan en Acapulco, Costa Chica y Costa Grande.
Tras oficiar ayer la misa de homenaje póstumo al periodista Amado Ramírez Dillanes, en su primer aniversario luctuoso, exhortó a las autoridades a que se realicen las investigaciones con apego a la verdad y derecho, en torno al caso del asesinato del corresponsal de Televisa.
Al ser cuestionado sobre el caso del periodista, manifestó que “no estamos del todo enterados de esta situación, de cómo van los avances, pero sí invitamos al pueblo, a los responsables de hacer las investigaciones, que las hagan con apego a la verdad y conforme a derecho”.
Señaló que la inquietud del pueblo y la comunidad es que se acabe este tipo de acciones “de la mejor manera, siempre y cuando se respeten los derechos humanos de todos, y que no se den situaciones injustas, por lo que se deben hacer los esfuerzos correspondientes y estos apegados a la verdad y la justicia.”
Por otra parte, el obispo auxiliar también opinó sobre el tema de que la jerarquía de la Iglesia católica sugirió al gobierno federal modificar la Constitución para brindar protección e identidad a los narcotraficantes que deseen cambiar el rumbo de su vida.
Señaló que debe haber perdón para cualquier persona que se arrepienta, lo cual expresa su voluntad de cambiar de vida, “y si está inmiscuido en el narcotráfico, si mató a alguien o le quitó la vida a alguien, habría que analizarse con seriedad, pero por eso están las cárceles, y no es el hecho de borrarlos del mapa solamente, porque en México no admitimos la pena de muerte.”
“Nosotros no estamos de cuerdo en que se den hechos negativos, al mal hay que rechazarlo y lo que hace una Iglesia es que prevalezca la ética, la moral, el bien”, remarcó monseñor Juan Navarro.
En un boletín de prensa, se refiere a la reorientación de la acción pastoral de la Iglesia en México, “con el objetivo de profundizar y asumir la nueva evangelización, con los desafíos e interpelaciones del país, en el espíritu de Aparecida, para impulsar en México una Iglesia con discípulos y misioneros.”
La Iglesia particular de Acapulco, puntualizó el obispo, irá concretando esta orientación de la acción pastoral, particularmente a través de los trabajos de la próxima asamblea diocesana, a realizarse en el mes de octubre, donde los agentes de pastoral ubicándose en el contexto eclesial y regional, elaborarán una evaluación autocrítica y discernirán los caminos para responder a los grandes desafíos del pueblo que peregrinan en Acapulco, Costa Chica y Costa Grande.