Exigen estudiantes de a UAG la salida del director de la Maestría de Educación

Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 14 de marzo de 2008.- Estudiantes de la maestría de Ciencias de la Educación de la UAG, demandaron la destitución de Javier Inés Casiano Reachi, director de la facultad “Rafael Bonilla Romero”, por supuestas irregularidades administrativas como nepotismo, abuso, peculado, malversación, cobros irregulares, personal académico sin título y pagos dobles a docentes de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Los alumnos de la extensión Acapulco de esa maestría universitaria, acusan que todo lo anterior se comete con la complicidad del actual rector de la máxima casa de estudios de Guerrero, Arturo Contreras Gómez, a quien en forma reiterada “le han sido entregados varios escritos denunciando el cúmulo de caprichos en los que constantemente ha venido incurriendo Inés Casiano, pero ha hecho caso omiso”, señalan los quejosos del recinto educativo.
Aseguran que las irregularidades empiezan con la contratación de personal sin perfil académico para impartir cátedra en el nivel de maestría, en la Unidad Académica de Ciencias de la Educación, pues el coordinador de Postgrado, Salvador Catalán Barragán, no tiene título, igual circunstancia sucede con el coordinador de la licenciatura, Eleuterio Sánchez Esquivel.
Los inconformes agregaron que ambos coordinadores de la Unidad Académica de la UAG, Catalán Barragán y Sánchez Esquivel, tienen parentesco familiar de quien es su jefe inmediato, Inés Casiano Reachi, que también fue presidente de la mesa de educación para los trabajos en la Reforma del Estado.
Mención aparte merece la coordinadora administrativa, Hortensia Gracida González, quien desde que fue nombrada no se le ha visto en las instalaciones del centro de estudios, pues aseguran que actualmente estudia el doctorado, y tampoco desempeña el cargo donde la puso el director Inés Casiano.
Además de la catedrática Gracida González, se sabe que enfrenta desde hace varios meses una demanda penal por lesiones, en agravio de un alumno de la Preparatoria 7 de la UAG, a quien “mordió a una alumna en una oreja”, según consta en la averiguación previa que se inició ante la agencia del Ministerio Público, empero protegida por Casiano Reachi, fue contratada en la unidad académica.
Adicionalmente a las excentricidades del funcionario, Inés Casiano, a principios del mes de marzo del presente año giró oficio sin fecha, dirigido a los alumnos de la maestría, para informarles que se “suspendían clases”, bajo el argumento de que siete alumnos no han efectuado los pagos parciales de la maestría, por concepto de colegiatura, impartidos en la unidad académica.
Los alumnos de la maestría refieren que a pesar de haber cubierto en tiempo y forma sus respectivas colegiaturas de 400 pesos mensuales, por indicaciones de Casiano Reachi, se suspendieron clases y los estudiantes no lograron cubrir el 80 por ciento de los créditos, razón por la cual se les impuso una multa de mil 280 pesos, debido a que siete de los discípulos no cumplieron con sus respectivos pagos, afectando a un números grupo de educandos.
Otro de los aspectos relevantes son la situación financiera de la Unidad Académica a cargo del director, ahí se indica que el personal docente de la UAG además de percibir salarios en la máxima casa de estudios, también cobran honorarios por los cursos que se imparten en la referida institución.
De acuerdo con los inconformes al iniciar en el año 2006 la maestría en educación, realizaban pagos estimados de 290 pesos, ahora cada alumno paga 400 pesos mensuales y el costo de podría incrementar a 500 pesos, pero si los estudiantes deciden ya no continuar con sus estudios superiores, el precio se incrementará.
En los hechos sería la única institución en la que conforme el alumnado abandone el curso de la maestría, los estudiantes que se vayan quedando, deberá cubrir el importe que se vaya acumulando.