Condena la Iglesia prácticas pornográficas de maestra de secundaria


Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 2 de marzo de 2008.- El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, condenó la práctica de la pornografía escolar, sobre todo cuando viene de parte de quienes tienen la obligación de formar a los educandos, “a esos falsos docentes a quienes deberíamos aplicarles el Evangelio de Jesucristo, donde señala que a esos que hagan tropezar a un pequeño, mejor fuera que se les atasen una piedra de molino al cuello y fuesen echados al fondo del mar, por la gravedad del caso”.
Llamó a los padres de familia a prevenir que se dé la perversión de sus hijos en las aulas escolares, sobre todo de los más pequeños, “por parte de quienes tienen la obligación de formarlos integralmente. De qué sirve que con una mano les dan el libro que edifica y dignifica a la persona, y en la otra les dan el libro que denigra, que rebaja y destruye a la persona”, señaló el clérigo, durante su acostumbrada conferencia de prensa dominical.
A propósito de la celebración del Día de la Familia en todo México, como ocurre cada año el primer domingo del mes de marzo, el canónigo de la Arquidiócesis de Acapulco señaló que “la familia es uno de los tesoros más importantes de los pueblos, y un patrimonio de la humanidad entera. De ahí que el Estado y la sociedad deben defenderla y protegerla de las amenazas que pretenden desvirtuarla y destruirla”.
Tras las denuncias de pornografía infantil y abusos deshonestos por parte de maestras de la escuela Secundaria Técnica número 117 de Acapulco, monseñor Aguirre Franco recomendó que tanto las autoridades como los padres de familia deben estar muy atentos e investigar si en otras escuelas se están dando casos similares, incluso en todas las instituciones donde se trabaje con menores de edad.
Lo más importante en este asunto, subrayó, es que los padres de familia tengan contacto permanente con sus hijos, que haya una constante comunicación entre los padres con los hijos y con sus maestros, porque ellos son los responsables de la educación de los pequeños, “que también pueden caer en manos del monstruo del Internet pornográfico, que es lo más pernicioso y detestable; hay que estar atentos de los canales que los hijos frecuentan y a los cuales se vuelven adictos”, aseveró.
En la familia, dijo más adelante, cada miembro tiene el deber de identificar las situaciones que la amenazan, “como pueden ser también la pobreza extrema, la cultura de la muerte, el aborto, la eutanasia, la delincuencia organizada, la violencia, el machismo, la violencia intrafamiliar, el individualismo que da pie a modelos de familia distorsionados, como los que excluyen la posibilidad de los hijos, los que se constituyen a partir de parejas del mismo sexo y los que no se conciben como definitivas, entre otros”, anotó Aguirre Franco.
Por otro lado, volvió a tocar el tema de los matrimonios falsos que se llegan a realizar en algunos lugares de Acapulco, como las playas y hoteles, oficiados “por falsos sacerdotes o por padres que vienen de otras diócesis, a los cuales se les suspenden sus licencias ministeriales por prestarse a comercializar estas celebraciones litúrgicas faltos de fórmulas canónicas, ya que el sacramento del matrimonio debe celebrarse en las iglesias, y lo que han venido haciendo algunos es una profanación, un sacrilegio”, puntualizó el canónigo.