Protección Civil debe aprovechar mapa de riesgos desarrollado por investigadores de la UNAM

Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 17 de febrero de 2008.- Las autoridades de Protección Civil estatal y municipal deberían aprovechar el mapa de riesgos para prevenir desastres naturales que fue desarrollado recientemente por un grupo de investigadores del Instituto de Geografía de la UNAM, gracias al cual ahora es posible conocer las posibles afectaciones por inundaciones, huracanes y otros peligros geomorfológicos, o de cambios en el relieve de la bahía de Acapulco.
Así lo señaló la catedrática del Sistema Abierto de la Universidad Autónoma de Guerrero, módulo Acapulco, Mariana Rodríguez Ortega, quien se refirió a la investigación realizada por el especialista José Juan Zamorano Orozco, junto con un grupo de universitarios de la ciudad de México, quienes identificaron los lugares más expuestos a las principales contingencias, con lo que no sólo se podrá planear mejor la urbanización, sino que la comunidad puede estar consciente de dónde vive y el riesgo que representa.
En ese plano se pueden localizar las zonas más expuestas a desbordamientos en llanuras y valles, además de los lugares con proceso de ladera y la sedimentación que se suscita en la planicie costera y la playa, lo que contribuirá a conocer las posibles afectaciones por inundaciones, huracanes y otros peligros geomorfológicos o cambios en el relieve.
Comentó Rodríguez Ortega que el mapa fue desarrollado con el apoyo del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México, recordando que eventos de esta naturaleza han sido devastadores en esta zona, como el huracán Paulina, en octubre de 1997, el cual dejó 228 víctimas registradas, 200 desaparecidos y 100 mil personas que sufrieron daños parciales o totales en sus posesiones.
La investigación redundó en un cúmulo de hallazgos, entre los que destaca el descubrimiento de dos tsunamis ocurridos en el pasado, y un desastre similar al provocado por Paulina, pero en 1961, con el huracán Tara.
Aseguró la catedrática de la UAG que es importante no olvidar las catástrofes, porque ello hace menos vulnerable a la sociedad, al permitirle estar consciente de que se habita en un lugar con peligro de cataclismo. Con los datos recabados, se diseñó un mapa que caracteriza el tipo de relieve de toda la ciudad, y se identifican los lugares más expuestos a las principales contingencias, resaltó.
También ayudará a la pronta recuperación ante un evento de esta índole, pues se pueden localizar las principales vías de comunicación para auxiliar a los damnificados. Agregó que no sólo Acapulco tiene riesgos, sino la mayoría de las ciudades presentan vulnerabilidad, sobre todo porque gran parte de la población construye sus viviendas en barrancas y espacios inadecuados y peligrosos.