Policía Comunitaria, ejemplo de eficacia para las demás policías: Arzobispo

Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 24 de febrero de 2008.- Aunque sean justas las explicaciones de los taxistas colectivos para aumentar sus tarifas, deben esperar la autorización oficial, dijo el arzobispo Felipe Aguirre Franco, quien puso de ejemplo a la Policía Comunitaria de Guerrero como un modelo para los demás cuerpos policíacos de los cuales demandó su dignificación, profesionalismo y eficacia.
Durante su acostumbrada conferencia de prensa dominical, el canónigo de la Arquidiócesis de Acapulco consideró un retroceso el allanamiento de morada sin justificación como se plantea en la reforma judicial, y pidió “no hacer molinos de viento” con la presunta privatización del petróleo, hasta no saber con claridad qué contempla la reforma energética.
Al abordar uno de los temas de la semana que más se discutieron entre la sociedad acapulqueña, relacionado con la actuación de las policías, monseñor Aguirre Franco apuntó que “es lamentable y sumamente perjudicial cuando los cuerpos policíacos en lugar de servir a la sociedad se corrompen y sirven a la delincuencia, como lo dijeron los presidentes municipales esta semana, al denunciar que los policías llevan corrupción y delincuencia a sus comunidades, y hablaron de tres actividades condenables: extorsión, robo y vínculos con delincuentes. También la sociedad ha denunciado casos de policía preventivos, policías ministeriales y agentes de Tránsito que han abusado de su cargo”.
Dijo que es necesario terminar con la burocracia para que haya eficacia, “y entonces la policía será más auténtica, para que nosotros tengamos más confianza en ella, así como la Policía Comunitaria que ha demostrado eficacia para disminuir la delincuencia en sus pueblos; es un ejemplo perfecto de lo que se puede hacer para que nuestros policías en general sean más eficaces, y si se junta profesionalismo y eficacia entonces será mayor la eficacia que tengamos”.
Calificó como “una experiencia rescatable la de los pueblos indígenas que se han organizado por sus Usos y Costumbres, para crear la Policía Comunitaria que, con las reservas que pueda haber por cuestiones legales –al no contar con documentos que la acrediten legalmente-, ha demostrado su eficacia para disminuir la delincuencia en 10 municipios de las regiones de La Montaña y la Costa Chica”.
Una de las formas para dignificar los cuerpos policiacos, observó, “es que se busque gente que esté arraigada en el pueblo y que no tenga otros intereses más que el bien para la comunidad, esto es muy provechoso. Pero no son las mismas circunstancias las que viven los campesinos indígenas con las que se dan en la ciudad, más bien es la conclusión de que cuando participa más y mejor la sociedad, entonces tendremos mayor eficacia en el servicio que presten los cuerpos policíacos”.
Con relación a la reforma judicial, el prelado católico se pronunció en contra de la pretendida autorización de cateos en las casas, “porque el hogar es inviolable, las personas y los hogares son inviolables, como lo establece la Constitución; no hay que contradecirnos con las mismas leyes, porque todo lo que sea premeditación, alevosía, ventaja y allanamiento de morada, seguirá siendo un crimen.
Aprobar algo de tal naturaleza, recalcó, “sería un retroceso, porque vamos a regresar a la edad de piedra o a la ley de Pancho Villa, primero mátenlo y después virigüan, primero escúlquenle, violando la individualidad, la seguridad familiar de la casa, sólo para ver qué sacan; eso es un error de sentido común que está a la vista de todos los mexicanos; no podemos aceptarlo en un país de libertades, porque de esa manera se lesiona la dignidad que se merece un hogar, una persona, una familia, una institución”.
Indicó que para un cateo tiene que haber una base, no una apreciación; se requiere de una orden de aprehensión para que alguien se haga responsable, “porque si no cualquiera va a quererse meter a una casa, solamente por una sospecha, como decía Cantinflas, no hay razón”.
Acerca del alza a las tarifas de los taxis colectivos de la zona suburbana de Acapulco, el arzobispo Aguirre Franco les pidió a los transportistas que pidan la aprobación de la autoridad competente, “porque entonces no podemos decir que es legítimo ese aumento; les pedimos que pidan el reconocimiento de la autoridad estatal porque de lo contrario no es legítima el alza, aunque me parece que está bien que coloquen en sus unidades la explicación del por qué están incrementando sus precios”.
Aclaró que no está en contra del derecho que puedan tener para solicitar un incremento, “de acuerdo al alza general que hay de todos los precios, pero esa medida debe tener el consenso y la aprobación de todos, sujetándose a la normatividad que existe para ello”.
Respecto a la presunta privatización del petróleo mexicano, la primera autoridad de la Arquidiócesis de Acapulco exhortó “a todos, a que no estemos inventando molinos de viento para luego quijotescamente dejarnos ir apadrinando una causa para arremeter contra esos molinos como si fueran los enemigos del rey o de Dios, y declararles una Guerra Santa porque son la mentira canalla de la que hablaba Don Quijote. No hagamos esos molinos, me parece muy sensato lo declarado por Cuauhtémoc Cárdenas, acerca de que primero hay que conocer qué es lo que se plantea, para saber si es cierto que se quiere privatizar el petróleo, porque la soberanía de México no se vende, ni sus principales fuentes de riqueza”.
Sin embargo habló de la necesidad de tener una buena administración del petróleo, “abrirse a las culturas propias y extranjeras, porque una cultura que se encierra en sí misma, es una cultura que se autodestruye. De qué manera esa apertura pueda impedir que se viole la soberanía nacional, eso es lo que hay que ver en la Cámara de Diputados y de Senadores.
“Apelo a esas cámaras, para que estudien sobre una buena administración, más eficaz del petróleo, porque todos sabemos la fuente de corrupción que hemos tenido y del fracaso económico muchas veces en el manejo de Pemex, mientras que en otros países como Venezuela y Estados Unidos tienen mucha menor burocracia que la de nosotros para administrar su petróleo, y hay menos corrupción, por eso les reditúa más dinero que a México”, añadió.