Muere un reo en el Cereso; era enfermo mental

Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 19 de enero de 2008.- Un interno del Centro de Readaptación Social de Las Cruces, procesado por el robo de un infante, falleció la mañana de ayer en el área hospitalaria del reclusorio, después de varios días de no comer más que lodo y tierra, pues padecía de sus facultades mentales y era adicto a las drogas.
De acuerdo con la información proporcionada por el subsecretario de Readaptación Social del estado, Rafael Cortés Badillo, y el director del Cereso de Acapulco, Carlos Coronel Avitia, el procesado se llamó Leonides Ramírez García, de 33 años de edad, quien ingresó el día primero de marzo de 2007, al ser trasladado desde el puerto de Zihuatanejo, donde había sido internado el 28 de junio de 2006, por el robo de un infante cometido en aquella cabecera municipal.
Su traslado a este puerto, añadieron los funcionarios, se debió al tratamiento psiquiátrico que ameritaba, pues le habían diagnosticado esquizofrenia paranoica, por lo que fue internado en la celda 9 de los aislados, pero desde hace varios días, según sus compañeros, dejó de comer alimentos sustituyéndolos por tierra y lodo, además de no tomar agua.
Por tal motivo, el lunes 14 de enero fue llevado al área hospitalaria, donde lo pusieron en observación y le dieron tratamiento para su recuperación, pero fue imposible debido a que ya presentaba signos agudos de anemia, y fue encontrado muerto en su pabellón a las siete de la mañana de ayer, según el primer diagnóstico por una anemia clínica severa.
Cortés Badillo observó que procedió a llamar al Servicio Médico Forense para que se le practicara la necropsia de ley, a fin de deslindar responsabilidades, y se dio parte a la agencia del Ministerio Público de la colonia Emiliano Zapata, donde iniciaron la averiguación previa número ZAP/3/023/2008-3.