Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 27 de noviembre de 2007.- A pesar de que sus demandas nada tienen que ver con las autoridades municipales y menos con la población acapulqueña, integrantes de la Unión de Transportistas Democráticos encabezados por el ex diputado local Apolinar Segueda Dorantes, quien ya ha pisado la cárcel por obstruir las vías de comunicación, marcharon con 230 unidades y bloquearon durante más de cuatro horas la única avenida turística del puerto, para exigir la renuncia del director de Transportes del estado, Ignacio Sevilla Díaz.
Desde las 11 de la mañana de ayer, decenas de transportistas adheridos a la UTD comenzaron a reunirse en el Asta Bandera del parque Papagayo, donde esperaron la llegada de Segueda Dorantes para decidir cómo se manifestarían, pero desde esa hora comenzaron a bloquear dos carriles de la Costera Miguel Alemán, con taxis y camionetas “urvans”, y en menos de una hora ya habían obstruido todo un sentido de la principal vialidad de Acapulco.
Al llegar su dirigente estatal, iniciaron una marcha caravana con las 230 unidades, desde ese punto localizado frente al parque Papagayo, hasta la glorieta de La Diana, paralizando casi totalmente el transporte por la Costera Alemán, ya que solamente permitieron la circulación por un solo sentido, de La Base hacia el centro de la ciudad, obligando a los automovilistas a utilizar vías alternas que se sobresaturaron, poniendo en predicamento a los agentes de Tránsito municipal.
Grupos de estudiantes, trabajadores hoteleros y turistas, desesperados solamente observaron el paso de la caravana sin poder abordar alguna unidad del transporte público con dirección hacia La Base, que los llevara al aeropuerto internacional Juan Alvarez, Puerto Marqués, Llano Largo, Miramar, unidades habitacionales Vicente Guerrero 2000, Luis Donaldo Colosio, El Coloso y otros destinos a los que llegaron varias horas después.
Diversos funcionarios municipales trataron de disuadir a los transportistas, y comenzaron las llamadas telefónicas por diversos aparatos celulares, sin lograr el objetivo. El primero en abordarlos fue el director de Tránsito municipal, Tomás López García; le siguieron el secretario de Protección y Vialidad, Juan Carlos Moreno Muñoz, y el director de la Policía Preventiva Municipal, Humberto Enoc del Valle Zúñiga, a través de quienes llamó en repetidas ocasiones por teléfono el secretario general del Ayuntamiento, Florentino Cruz Ramírez, así como el alcalde Félix Salgado Macedonio.
Sin embargo Apolinar Segueda insistía en pedir una mesa de trabajo con el secretario particular del gobernador del estado, César Bajos Valverde, responsable de varios asuntos en materia de transporte público del estado, pues señalaba que el director del área, Ignacio Sevilla Díaz, nada les ha resuelto desde que ocupa ese encargo, y por lo tanto exigen su destitución.
Ya después de varias llamadas telefónicas con Félix Salgado y el propio César Bajos, éste aceptó concederles una entrevista para este miércoles a las seis de la tarde, en la Torre Latina de la Costera Miguel Alemán, con los dos delegados de Transportes en Acapulco, a fin de atender las demandas de los miembros de la UTD, con lo cual fue retirado el bloqueo de La Diana, donde Segueda Dorantes advirtió que continuarán manifestándose de esa manera, pesar de las declaraciones del gobernador Zeferino Torreblanca, en el sentido de que no aceptará ningún tipo de presiones.
Las principales demandas de los transportistas son: liberación inmediata de más de 150 permisos temporales y su emplacamiento; alto a la invasión de rutas en la zona conurbada de Acapulco, y al pirataje que se da en todo el estado; rechazo a la instalación de sitios ilegales en la zona de los foráneos, en Las Cruces; solución a todos los “casos humanitarios” planteados desde los gobiernos anteriores; castigo a los culpables del asesinato de su compañero Delfino Diego, concesionario de Zumpango, municipio de Olinalá, quien fue asesinado el 25 de abril pasado.
Desde las 11 de la mañana de ayer, decenas de transportistas adheridos a la UTD comenzaron a reunirse en el Asta Bandera del parque Papagayo, donde esperaron la llegada de Segueda Dorantes para decidir cómo se manifestarían, pero desde esa hora comenzaron a bloquear dos carriles de la Costera Miguel Alemán, con taxis y camionetas “urvans”, y en menos de una hora ya habían obstruido todo un sentido de la principal vialidad de Acapulco.
Al llegar su dirigente estatal, iniciaron una marcha caravana con las 230 unidades, desde ese punto localizado frente al parque Papagayo, hasta la glorieta de La Diana, paralizando casi totalmente el transporte por la Costera Alemán, ya que solamente permitieron la circulación por un solo sentido, de La Base hacia el centro de la ciudad, obligando a los automovilistas a utilizar vías alternas que se sobresaturaron, poniendo en predicamento a los agentes de Tránsito municipal.
Grupos de estudiantes, trabajadores hoteleros y turistas, desesperados solamente observaron el paso de la caravana sin poder abordar alguna unidad del transporte público con dirección hacia La Base, que los llevara al aeropuerto internacional Juan Alvarez, Puerto Marqués, Llano Largo, Miramar, unidades habitacionales Vicente Guerrero 2000, Luis Donaldo Colosio, El Coloso y otros destinos a los que llegaron varias horas después.
Diversos funcionarios municipales trataron de disuadir a los transportistas, y comenzaron las llamadas telefónicas por diversos aparatos celulares, sin lograr el objetivo. El primero en abordarlos fue el director de Tránsito municipal, Tomás López García; le siguieron el secretario de Protección y Vialidad, Juan Carlos Moreno Muñoz, y el director de la Policía Preventiva Municipal, Humberto Enoc del Valle Zúñiga, a través de quienes llamó en repetidas ocasiones por teléfono el secretario general del Ayuntamiento, Florentino Cruz Ramírez, así como el alcalde Félix Salgado Macedonio.
Sin embargo Apolinar Segueda insistía en pedir una mesa de trabajo con el secretario particular del gobernador del estado, César Bajos Valverde, responsable de varios asuntos en materia de transporte público del estado, pues señalaba que el director del área, Ignacio Sevilla Díaz, nada les ha resuelto desde que ocupa ese encargo, y por lo tanto exigen su destitución.
Ya después de varias llamadas telefónicas con Félix Salgado y el propio César Bajos, éste aceptó concederles una entrevista para este miércoles a las seis de la tarde, en la Torre Latina de la Costera Miguel Alemán, con los dos delegados de Transportes en Acapulco, a fin de atender las demandas de los miembros de la UTD, con lo cual fue retirado el bloqueo de La Diana, donde Segueda Dorantes advirtió que continuarán manifestándose de esa manera, pesar de las declaraciones del gobernador Zeferino Torreblanca, en el sentido de que no aceptará ningún tipo de presiones.
Las principales demandas de los transportistas son: liberación inmediata de más de 150 permisos temporales y su emplacamiento; alto a la invasión de rutas en la zona conurbada de Acapulco, y al pirataje que se da en todo el estado; rechazo a la instalación de sitios ilegales en la zona de los foráneos, en Las Cruces; solución a todos los “casos humanitarios” planteados desde los gobiernos anteriores; castigo a los culpables del asesinato de su compañero Delfino Diego, concesionario de Zumpango, municipio de Olinalá, quien fue asesinado el 25 de abril pasado.