Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 14 de octubre de 2007.- El arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, dijo ante las recientes ejecuciones de gente que muere calcinada y decapitada, que se trata de una resaca del oleaje de sangre producida por el crimen organizado, el cual considera que ha ido perdiendo terreno ante las acciones de los cuerpos de seguridad, aunque aseguró que la lucha seguirá todavía larga y dolorosa.
Ante estos hechos, puntualizó, “todos debemos solidariamente emprender nuestro trabajo en este sendero arduo y difícil, porque todavía nos resta mucho por caminar”. Sin embargo, indicó que la aparición de más personas ejecutadas en Acapulco “se da precisamente como resultado de la lucha contra el crimen organizado; es como una especie de reacción, de resaca de ese oleaje de sangre que ha venido sobre México y sobre Guerrero”.
Es, agregó, una reacción de momento del crimen organizado, “estos hechos que lamentamos mucho y creemos que será algo que va a pasar pronto, porque ya es una resaca ante el fracaso del crimen organizado; pero la lucha todavía es larga y debemos seguir uniendo esfuerzos para dar más pasos en la erradicación sobre todo de la corrupción en los cuerpos de seguridad. Los resultados han sido muy claros y eficaces, por eso creemos que se trata de una resaca, que indica que el crimen organizado está siendo derrotado en el país”.
Durante su homilía de ayer, en la que habló de los leprosos, el prelado de la Arquidiócesis de Acapulco manifestó que “en nuestra sociedad tenemos muchas lepras, como la mentira, la corrupción, la infidelidad matrimonial, el aborto, el divorcio, la usura y el egoísmo, la inseguridad y la violencia, los robos y asaltos, los secuestros, el libertinaje sexual, la violación a los derechos humanos y el racismo, la demagogia y la intolerancia. Una lepra que se contagia es el narcotráfico, en pequeña o gran escala”.
Ya en su acostumbrada conferencia de prensa, monseñor Aguirre Franco pidió la participación de todos los feligreses en la lucha contra el hambre y la pobreza, a la que ayer domingo se unieron ocho de las 30 parroquias de Acapulco, con la recepción de donaciones para el banco de alimentos, en virtud de que Guerrero es actualmente el segundo estado con mayor incidencia de pobreza alimentaria, donde el 42 por ciento de su población se encuentra en esa situación.
En el marco de las celebraciones, primero del Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre, y después del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el 17 de octubre, el representante de la Iglesia Católica demandó mayor conciencia sobre el programa alimentario mundial, y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
Habló de la “pobreza alimentaria” que padece nuestra población, cuyo ingreso mayoritariamente resulta insuficiente para adquirir los alimentos mínimamente aceptables, y pidió el respaldo de todos para la colecta “Por un México sin hambre”, que anualmente organiza la asociación civil Banco de Alimentos encabezada en Guerrero por la señora Carmen Farill.
Este año la colecta se ha hecho casa por casa, con la ayuda del Ejército Mexicano, la Marina y 300 alumnos de diversas escuelas, con un centro de acopio en el Centro Internacional Acapulco. A esta noble labor también se une la Orquesta Filarmónica de Acapulco, con su “Concierto del frijol”, el próximo 20 de octubre, para cuya entrada se requerirá solamente llevar dos kilogramos de frijol.
Ante estos hechos, puntualizó, “todos debemos solidariamente emprender nuestro trabajo en este sendero arduo y difícil, porque todavía nos resta mucho por caminar”. Sin embargo, indicó que la aparición de más personas ejecutadas en Acapulco “se da precisamente como resultado de la lucha contra el crimen organizado; es como una especie de reacción, de resaca de ese oleaje de sangre que ha venido sobre México y sobre Guerrero”.
Es, agregó, una reacción de momento del crimen organizado, “estos hechos que lamentamos mucho y creemos que será algo que va a pasar pronto, porque ya es una resaca ante el fracaso del crimen organizado; pero la lucha todavía es larga y debemos seguir uniendo esfuerzos para dar más pasos en la erradicación sobre todo de la corrupción en los cuerpos de seguridad. Los resultados han sido muy claros y eficaces, por eso creemos que se trata de una resaca, que indica que el crimen organizado está siendo derrotado en el país”.
Durante su homilía de ayer, en la que habló de los leprosos, el prelado de la Arquidiócesis de Acapulco manifestó que “en nuestra sociedad tenemos muchas lepras, como la mentira, la corrupción, la infidelidad matrimonial, el aborto, el divorcio, la usura y el egoísmo, la inseguridad y la violencia, los robos y asaltos, los secuestros, el libertinaje sexual, la violación a los derechos humanos y el racismo, la demagogia y la intolerancia. Una lepra que se contagia es el narcotráfico, en pequeña o gran escala”.
Ya en su acostumbrada conferencia de prensa, monseñor Aguirre Franco pidió la participación de todos los feligreses en la lucha contra el hambre y la pobreza, a la que ayer domingo se unieron ocho de las 30 parroquias de Acapulco, con la recepción de donaciones para el banco de alimentos, en virtud de que Guerrero es actualmente el segundo estado con mayor incidencia de pobreza alimentaria, donde el 42 por ciento de su población se encuentra en esa situación.
En el marco de las celebraciones, primero del Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre, y después del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el 17 de octubre, el representante de la Iglesia Católica demandó mayor conciencia sobre el programa alimentario mundial, y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
Habló de la “pobreza alimentaria” que padece nuestra población, cuyo ingreso mayoritariamente resulta insuficiente para adquirir los alimentos mínimamente aceptables, y pidió el respaldo de todos para la colecta “Por un México sin hambre”, que anualmente organiza la asociación civil Banco de Alimentos encabezada en Guerrero por la señora Carmen Farill.
Este año la colecta se ha hecho casa por casa, con la ayuda del Ejército Mexicano, la Marina y 300 alumnos de diversas escuelas, con un centro de acopio en el Centro Internacional Acapulco. A esta noble labor también se une la Orquesta Filarmónica de Acapulco, con su “Concierto del frijol”, el próximo 20 de octubre, para cuya entrada se requerirá solamente llevar dos kilogramos de frijol.