Se extinguieron 12 especies de moluscos bibalvos, por la contaminación: biólogo marino

Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 12 de febrero de 2007.- Más de 12 especies de moluscos bibalvos se han extinguido y otro tanto está en peligro de extinción, en las bahías de Acapulco y Puerto Marqués, así como en los acantilados de Playa Olvidada, debido a la contaminación generada con aguas negras y escombros de materiales para construcción, por parte no solamente de empresas privadas, sino de las propias autoridades, denunciaron cooperativistas de 14 sociedades.
Durante una reunión a la que asistieron 167 buzos y pescadores socios de 14 cooperativas acapulqueñas, acordaron sumarse a un frente común de lucha contra la destrucción del entorno ecológico, y exigieron que las autoridades de los tres niveles de gobierno implementen acciones para evitar todo tipo de contaminación, como en Cancún, donde está penado cortar siquiera un pedazo de coral.
El ecólogo marino Oliver Sosa Benítez, asesor de la Federación Estatal de Sociedades Cooperativas, indicó que si no se toman medidas desde ahora, incluso con la participación del Poder Legislativo, para lo cual invitaron al diputado local del Partido Verde Ecologista de México, Alejandro Carabias Icaza, en un plazo no mayor de 11 años se habrán acabado todas las especies marinas que actualmente tienen su zona de anidación en las orillas de la costa.
“Aquí no hay ningún tipo de control, existen leyes ambientales pero no se protegen la flora y fauna marina de las rocas y las orillas. Se han hecho muchas denuncias pero ya es hora de que se formule una demanda penal y para ello necesitamos castigos más severos, que se configuren delitos como los que aprobaron en Cancún”, apuntó Sosa.
Luego mencionó entre las especies ya extinguidas a la almeja roja, la “chocolata” y la amarilla, quedando en peligro de desaparecer la almeja reina, “y posiblemente también entre en ese margen de vida el ostión violeta, entre otros que suelen anidar en nuestras orillas de costa”.
Con una exposición de fotos, explicó que acaban de hacer un recorrido por Puerto Marqués, donde encontraron una nueva adaptación a la contaminación por parte del ostión. “Se nota cómo el ostión, al haber variado el PH en el agua salada, tiende a subirse por las rocas; ya no soporta el PH debido al deslave de las arenas y tiende a subirse ocasionando que ya no crezca más de cinco centímetros en un lapso de seis meses y ahí se queda, ya no crece”, agregó el ecólogo acapulqueño.
Otra adaptación que encontraron en ese mismo estudio, fue que el ostión en algunas zonas está presentando el pie (la carne que se come del molusco) de color verde, y esa es una adaptación a la que llega el organismo causada por la contaminación, aseguró Oliver Sosa.
Todos estos fenómenos son ocasionados por la contaminación que generan los acarreos de arena, piedra, varilla, tubos PVC, por parte de las compañías constructoras a las orillas del mar; y por otro lado las aguas residuales mal tratadas, como es el caso de Potrerillo, “donde no funciona la planta tratadora inaugurada en el período municipal de Alberto López Rosas, que supuestamente daría cobertura a esa zona para que ya no se vertieran aguas negras en Playa Olvidada, pero resulta que esa planta emite un promedio de 200 a 300 litros por segundo de aguas completamente crudas al mar, y se nota cómo en esa zona de influencia cambia el color del agua y cómo apesta”, recalcó el investigador.
Por último, mencionó que la gente de las colonias aledañas a esa zona del Potrerillo, se enferma seguidamente de infecciones estomacales, por las bacterias que hay en el ambiente, “y toda la fauna que vive en esa región también está infectada. Todo organismo que se consuma directamente de ahí, provoca infecciones diarreicas y podría ocasionar hasta la muerte. Es peligroso consumir ostiones o cualquier otro organismo de tipo filtrador del agua, que sea extraído de esa zona de Playa Olvidada”.
Los cooperativistas acordaron reunirse con todas las autoridades involucradas, a nivel federal, estatal y municipal, para exponerles esta problemática, y advirtieron que si no les hacen caso harán movilizaciones para exigir que les resuelvan sus peticiones que no solamente tienen que ver con sus actividades, sino con el entorno ecológico de Acapulco en general.