Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 18 de febrero de 2007.- El flagelo del narcotráfico no debe extrañarnos porque la misma sociedad ha favorecido las adicciones, tanto el consumo como la siembra y el tráfico de estupefacientes, “solapada muchas veces por quienes debieran de impedirlo y castigarlo”, señaló el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, quien llamó a los grupos delictivos a ofrecer una tregua con motivo de la Cuaresma, y en su homilía dio un mensaje de reconciliación, de paz y misericordia.
“Nosotros no estamos declarando la guerra contra los narcotraficantes –aclaró el prelado-; es al contrario (sic), estamos invitando a todos a reflexionar que no es el camino de la droga, ni de la siembra y el consumo de los estupefacientes, sino el camino de un trabajo constructivo que tenga en cuenta la dignidad de la persona humana, porque la siembra y el consumo de los estupefacientes desdignifican toda la grandeza de la persona humana que está hecha a imagen y semejanza de Dios”.
El combate de la droga, consideró, “debe de venir de parte de los mismos narcotraficantes, de quienes la siembran y la consumen, y por toda la sociedad”, al tiempo que propuso tres actividades: primero la prevención de las adicciones; segundo, el combate a las mismas; y tercero, la rehabilitación de una sociedad adicta a los estupefacientes.
“Nosotros estamos tratando el problema del narcotráfico no como enemigos, sino como hermanos, a quienes estamos invitando a reconciliarse con la sociedad, para que busquemos otra forma digna de la persona humana y que la apoyemos; lo tratamos, entonces, como un problema pastoral”, subrayó monseñor Aguirre Franco.
No bastan, observó, los operativos y las operaciones conjuntas, tampoco el castigo y la persecución contra los narcotraficantes, los sicarios y quienes venden en las “narcotiendas”, lo que se necesita, apuntó, es crear una cultura de aprecio por la vida y la dignidad de la persona humana, “para que haya una conversión de todos por igual”.
En esta Cuaresma, expresó el representante de la Iglesia Católica, “vamos a exhortar a todos a que vivamos reconciliados; no solamente pedimos una tregua, sino que pedimos una total y completa reconciliación de unos para con otros; que no podemos vivir enfrentados, no debemos seguir siendo aquí el campo de batalla en donde se dé una guerra intestina de los grupos que luchan disputándose el imperio de este flagelo de la droga; en nombre de Cristo, del Evangelio y de tanta sangre derramada, pedimos una reconciliación con la sociedad”.
“FALTÓ PUBLICIDAD A LA MARCHA POR LA PAZ”
Por otro lado, consideró que a la “Marcha por la paz” realizada ayer por la avenida Costera Miguel Alemán, le faltó publicidad para que se uniera más gente, “y en mi caso no supe con tiempo si se iba a hacer o no, para haber participado y exhortar a más fieles a que lo hicieran, motivando a todos porque son buenas estas manifestaciones, son signos de una inconformidad de una sociedad que clama y denuncia la agresión, y que está dispuesta a luchar para que haya fraternidad, entendimiento y unidad”, justificó.
EXPRESA EL ARZOBISPO SU APOYO AL ALCALDE
Cuando fue inquirido sobre el problema de la colonia Amalia Solórzano, donde los habitantes no se ponen de acuerdo para la construcción de su capilla y el alcalde de Acapulco ya ofrecido intervenir, Felipe Aguirre Franco aprovechó para expresar su respaldo a Félix Salgado.
“Hay que apoyar a nuestro presidente municipal –dijo-, en las obras que está llevando a cabo, y que le quiero agradecer. Espero que las dificultades y las agresiones que ha tenido últimamente sean como las tormentas que le pegan fuertemente a los robles arriba del cerro El Veladero, que mientras más les pegan y zarandean las tormentas, mejor se amacizan y hunden más fuerte sus raíces en el suelo. Que así también sea fuerte él, frente a las adversidades que ha tenido que afrontar; esperamos que las supere y que salga más fortalecido de esta situación tan difícil”.
Acapulco, Gro., 18 de febrero de 2007.- El flagelo del narcotráfico no debe extrañarnos porque la misma sociedad ha favorecido las adicciones, tanto el consumo como la siembra y el tráfico de estupefacientes, “solapada muchas veces por quienes debieran de impedirlo y castigarlo”, señaló el arzobispo de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, quien llamó a los grupos delictivos a ofrecer una tregua con motivo de la Cuaresma, y en su homilía dio un mensaje de reconciliación, de paz y misericordia.
“Nosotros no estamos declarando la guerra contra los narcotraficantes –aclaró el prelado-; es al contrario (sic), estamos invitando a todos a reflexionar que no es el camino de la droga, ni de la siembra y el consumo de los estupefacientes, sino el camino de un trabajo constructivo que tenga en cuenta la dignidad de la persona humana, porque la siembra y el consumo de los estupefacientes desdignifican toda la grandeza de la persona humana que está hecha a imagen y semejanza de Dios”.
El combate de la droga, consideró, “debe de venir de parte de los mismos narcotraficantes, de quienes la siembran y la consumen, y por toda la sociedad”, al tiempo que propuso tres actividades: primero la prevención de las adicciones; segundo, el combate a las mismas; y tercero, la rehabilitación de una sociedad adicta a los estupefacientes.
“Nosotros estamos tratando el problema del narcotráfico no como enemigos, sino como hermanos, a quienes estamos invitando a reconciliarse con la sociedad, para que busquemos otra forma digna de la persona humana y que la apoyemos; lo tratamos, entonces, como un problema pastoral”, subrayó monseñor Aguirre Franco.
No bastan, observó, los operativos y las operaciones conjuntas, tampoco el castigo y la persecución contra los narcotraficantes, los sicarios y quienes venden en las “narcotiendas”, lo que se necesita, apuntó, es crear una cultura de aprecio por la vida y la dignidad de la persona humana, “para que haya una conversión de todos por igual”.
En esta Cuaresma, expresó el representante de la Iglesia Católica, “vamos a exhortar a todos a que vivamos reconciliados; no solamente pedimos una tregua, sino que pedimos una total y completa reconciliación de unos para con otros; que no podemos vivir enfrentados, no debemos seguir siendo aquí el campo de batalla en donde se dé una guerra intestina de los grupos que luchan disputándose el imperio de este flagelo de la droga; en nombre de Cristo, del Evangelio y de tanta sangre derramada, pedimos una reconciliación con la sociedad”.
“FALTÓ PUBLICIDAD A LA MARCHA POR LA PAZ”
Por otro lado, consideró que a la “Marcha por la paz” realizada ayer por la avenida Costera Miguel Alemán, le faltó publicidad para que se uniera más gente, “y en mi caso no supe con tiempo si se iba a hacer o no, para haber participado y exhortar a más fieles a que lo hicieran, motivando a todos porque son buenas estas manifestaciones, son signos de una inconformidad de una sociedad que clama y denuncia la agresión, y que está dispuesta a luchar para que haya fraternidad, entendimiento y unidad”, justificó.
EXPRESA EL ARZOBISPO SU APOYO AL ALCALDE
Cuando fue inquirido sobre el problema de la colonia Amalia Solórzano, donde los habitantes no se ponen de acuerdo para la construcción de su capilla y el alcalde de Acapulco ya ofrecido intervenir, Felipe Aguirre Franco aprovechó para expresar su respaldo a Félix Salgado.
“Hay que apoyar a nuestro presidente municipal –dijo-, en las obras que está llevando a cabo, y que le quiero agradecer. Espero que las dificultades y las agresiones que ha tenido últimamente sean como las tormentas que le pegan fuertemente a los robles arriba del cerro El Veladero, que mientras más les pegan y zarandean las tormentas, mejor se amacizan y hunden más fuerte sus raíces en el suelo. Que así también sea fuerte él, frente a las adversidades que ha tenido que afrontar; esperamos que las supere y que salga más fortalecido de esta situación tan difícil”.