Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 26 de febrero de 2007.- Tras demandar que las acciones de rescate de la vía pública se lleven a cabo en forma pareja, sin distingo de grupos políticos u otros intereses, el dirigente municipal del Movimiento Territorial en Acapulco, Francisco Lacunza de la Cruz, dijo que los mismos comerciantes establecidos de las calles Cerrada de Vallarta y Feliciano Radilla, entre otras, son quienes sacan sus mercancías a la calle, por lo que debe haber una vigilancia permanente.
También demandó rectificar su actitud al director de Vía Pública, Juan García Costilla, porque hay quejas de varios trabajadores supernumerarios, y algunos sindicalizados, en el sentido de que los trata déspotamente y no se presta al diálogo, amenazándolos con que los dará de baja, y en ese sentido pidió al presidente municipal que no permita conductas como la del citado funcionario.
Igualmente solicitó una investigación en torno a las relaciones familiares que mantiene el nuevo titular de Vía Pública, pues puede estar incurriendo en nepotismo, ya que de acuerdo con información proporcionada por los empleados inconformes, su aún esposa Beatriz González Hurtado es directora de control y gestión de la Secretaría General del Ayuntamiento, mientras que su nueva compañera Natividad Rosel Chávez, fue colocada por él como subdirectora del departamento que dirige.
Añadió el dirigente priista que los trabajadores supernumerarios que se quejaron contra Juan García, no han querido hacer sus denuncias públicamente porque ya los tiene amenazados con darlos de baja, pero de continuar con esta situación anómala seguramente darán la cara.
Lacunza de la Cruz abundó que “con ese nombramiento en Vía Pública es como dejar la Iglesia en manos de Lutero, porque está identificado como un líder de invasores, sobre todo de terrenos en el anfiteatro, y ahora protegerá a quienes invadan las calles y banquetas; si yo hubiera decidido a quién nombrar, me hubiera inclinado por alguien ajeno a estas actividades, alguien de la sociedad civil, para que realmente se ponga orden”.
Agregó que los últimos funcionarios que han ocupado esa dirección municipal han hecho componendas con los líderes de vendedores ambulantes y seguramente por eso los dieron de baja, “porque nada más llegaron para llenarse los bolsillos, dejando una total anarquía en muchas calles, como las que rodean al Mercado Central, que las desalojan pero vuelven a ser invadidas, incluso por los mismos locatarios que sacan su mercancía”.
Acapulco, Gro., 26 de febrero de 2007.- Tras demandar que las acciones de rescate de la vía pública se lleven a cabo en forma pareja, sin distingo de grupos políticos u otros intereses, el dirigente municipal del Movimiento Territorial en Acapulco, Francisco Lacunza de la Cruz, dijo que los mismos comerciantes establecidos de las calles Cerrada de Vallarta y Feliciano Radilla, entre otras, son quienes sacan sus mercancías a la calle, por lo que debe haber una vigilancia permanente.
También demandó rectificar su actitud al director de Vía Pública, Juan García Costilla, porque hay quejas de varios trabajadores supernumerarios, y algunos sindicalizados, en el sentido de que los trata déspotamente y no se presta al diálogo, amenazándolos con que los dará de baja, y en ese sentido pidió al presidente municipal que no permita conductas como la del citado funcionario.
Igualmente solicitó una investigación en torno a las relaciones familiares que mantiene el nuevo titular de Vía Pública, pues puede estar incurriendo en nepotismo, ya que de acuerdo con información proporcionada por los empleados inconformes, su aún esposa Beatriz González Hurtado es directora de control y gestión de la Secretaría General del Ayuntamiento, mientras que su nueva compañera Natividad Rosel Chávez, fue colocada por él como subdirectora del departamento que dirige.
Añadió el dirigente priista que los trabajadores supernumerarios que se quejaron contra Juan García, no han querido hacer sus denuncias públicamente porque ya los tiene amenazados con darlos de baja, pero de continuar con esta situación anómala seguramente darán la cara.
Lacunza de la Cruz abundó que “con ese nombramiento en Vía Pública es como dejar la Iglesia en manos de Lutero, porque está identificado como un líder de invasores, sobre todo de terrenos en el anfiteatro, y ahora protegerá a quienes invadan las calles y banquetas; si yo hubiera decidido a quién nombrar, me hubiera inclinado por alguien ajeno a estas actividades, alguien de la sociedad civil, para que realmente se ponga orden”.
Agregó que los últimos funcionarios que han ocupado esa dirección municipal han hecho componendas con los líderes de vendedores ambulantes y seguramente por eso los dieron de baja, “porque nada más llegaron para llenarse los bolsillos, dejando una total anarquía en muchas calles, como las que rodean al Mercado Central, que las desalojan pero vuelven a ser invadidas, incluso por los mismos locatarios que sacan su mercancía”.