Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 18 de febrero de 2007.- Jacqueline Orta Martínez, una de las inicialmente involucradas en el asesinato del diputado local José Jorge Bajos Valverde, declaró ayer que en la víspera de que se decida en el Congreso del Estado la designación del sustituto del legislador panista, ella como su suplente no ha sido llamada para una posibilidad de asumir el cargo.
Entrevistada a la salida de la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad, donde cotidianamente asiste a la misa dominical, Jacqueline dijo que sigue dando vueltas, “ya no en camioneta, ahora en camión”, para reunir y presentar pruebas que acrediten la inocencia de su esposo Aldy Manuel González Rodríguez, preso por la muerte del diputado Bajos Valverde, y señaló que no ha sido notificada para ocupar la curul, “pero si nos llaman estaré dispuesta a hacerlo”.
Comentó que en los últimos días ha estado pendiente con su familia de las diligencias que se desahogan en el Juzgado Sexto de lo Penal, así como de la recomendación que emita la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos, y del juicio de amparo que solicitaron ante la justicia federal, “pero sobre todo hemos estado cerca de mi esposo”.
Acompañada de sus hijos, Orta Martínez manifestó que se han sentido muy fortalecidos con sus oraciones y el ánimo espiritual que les da la Iglesia Católica, así como amigos y muchas otras personas que no las conocían pero ahora se les han acercado.
“Hasta el momento no he recibido ninguna notificación, ningún llamado, pero aquí estamos, con los oídos abiertos, con la mente abierta y el corazón puesto, y si nos llaman por supuesto que ahí estaremos”, externó cuando se le inquirió sobre la posibilidad de ocupar la curul de Bajos Valverde.
“Aunque no me gusta la manera en que se han dado los hechos, nadie pensaba una situación así, nadie quería que sucediera esto, estamos en un partido político con mi esposo desde hace un buen tiempo porque queremos participar, porque él sueña y yo dejé de ser indiferente ante los problemas que vive Guerrero y nuestro Acapulco, entonces si uno decide estar ahí es porque vamos a participar y en esa medida estamos dispuestos a hacerlo, aunque nosotras las mujeres siempre seamos las suplentes”, añadió.
Confió en que los diputados del Congreso del Estado hagan valer lo que marca la Ley Orgánica, “y nosotros seremos respetuosos, acataremos lo que se disponga”, concluyó.
Acapulco, Gro., 18 de febrero de 2007.- Jacqueline Orta Martínez, una de las inicialmente involucradas en el asesinato del diputado local José Jorge Bajos Valverde, declaró ayer que en la víspera de que se decida en el Congreso del Estado la designación del sustituto del legislador panista, ella como su suplente no ha sido llamada para una posibilidad de asumir el cargo.
Entrevistada a la salida de la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad, donde cotidianamente asiste a la misa dominical, Jacqueline dijo que sigue dando vueltas, “ya no en camioneta, ahora en camión”, para reunir y presentar pruebas que acrediten la inocencia de su esposo Aldy Manuel González Rodríguez, preso por la muerte del diputado Bajos Valverde, y señaló que no ha sido notificada para ocupar la curul, “pero si nos llaman estaré dispuesta a hacerlo”.
Comentó que en los últimos días ha estado pendiente con su familia de las diligencias que se desahogan en el Juzgado Sexto de lo Penal, así como de la recomendación que emita la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos, y del juicio de amparo que solicitaron ante la justicia federal, “pero sobre todo hemos estado cerca de mi esposo”.
Acompañada de sus hijos, Orta Martínez manifestó que se han sentido muy fortalecidos con sus oraciones y el ánimo espiritual que les da la Iglesia Católica, así como amigos y muchas otras personas que no las conocían pero ahora se les han acercado.
“Hasta el momento no he recibido ninguna notificación, ningún llamado, pero aquí estamos, con los oídos abiertos, con la mente abierta y el corazón puesto, y si nos llaman por supuesto que ahí estaremos”, externó cuando se le inquirió sobre la posibilidad de ocupar la curul de Bajos Valverde.
“Aunque no me gusta la manera en que se han dado los hechos, nadie pensaba una situación así, nadie quería que sucediera esto, estamos en un partido político con mi esposo desde hace un buen tiempo porque queremos participar, porque él sueña y yo dejé de ser indiferente ante los problemas que vive Guerrero y nuestro Acapulco, entonces si uno decide estar ahí es porque vamos a participar y en esa medida estamos dispuestos a hacerlo, aunque nosotras las mujeres siempre seamos las suplentes”, añadió.
Confió en que los diputados del Congreso del Estado hagan valer lo que marca la Ley Orgánica, “y nosotros seremos respetuosos, acataremos lo que se disponga”, concluyó.