Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 4 de febrero de 2007.- El PRD en Guerrero se ha convertido en un partido electorero, sus gobiernos municipales han fallado, no hay congruencia en el trabajo legislativo, ni hay solidaridad con el movimiento social guerrerense; en suma, no hay discusión en el seno del partido de un proyecto político que les dé la identidad necesaria y motivo de su existencia, criticaron perredistas al conformarse la Coordinadora Estatal de la expresión Izquierda Social.
Sin la presencia del dirigente estatal perredista, Sebastián de la Rosa Peláez, pero sí con la asistencia de representantes de los comités municipales, así como funcionarios de varios ayuntamientos, ayer se unieron cinco corrientes perredistas de la entidad: Guerrero es nuestra causa, Movimiento de izquierda guerrerense, Unidad popular guerrerense, Coordinadora de bases independientes y Coordinadora perredista de la Tierra Caliente.
Uno de los coordinadores nacionales, el diputado federal Faustino Soto Ramos, así como el coordinador provisional David Cervantes, fueron los encargados de dirigir la asamblea estatal constitutiva de Izquierda Social del PRD, donde asumieron la coordinación estatal el regidor acapulqueño Delfino Hernández Ortega, Jesús Marcial Liborio, Leobardo Radilla, Urbano Lucas y Juan Organista, entre otros dirigentes perredistas.
Su finalidad es “unir al partido que actualmente se encuentra tan diverso con la proliferación de tribus que encarnan una lucha interna por la lucha en el poder, en lugar de rescatar la esencia y la mística del Partido de la Revolución Democrática; no debemos estancarnos en la diatriba”, sostuvo Ricardo Castillo Peña, dirigente de la expresión “Guerrero es nuestra causa”.
Externó que “no vemos orientación en las políticas públicas de los ayuntamientos perredistas, no hay congruencia con el trabajo legislativo, menos con el gobierno del estado, ni tampoco somos solidarios con el movimiento social guerrerenses; en suma, no hay discusión en el seno de nuestro partido, de un proyecto que nos dé la identidad necesaria y el motivo de nuestra existencia”.
Llamó a sus compañeros a recuperar la confianza y credibilidad de la gente en su partido. “Debemos recuperar la congruencia entre los planteamientos teóricos del partido con la acción como gobierno; comprometerse a ser vigilantes de la actuación de nuestros gobernantes y representantes populares. La actual relación entre el gobierno del estado y el PRD no es la mejor, ya que al perder el poder de interlocución, nunca hubo la capacidad de poner a discusión el proyecto del partido con este gobierno de transición, y en cambio sí se pretendieron negociar espacios, sin la propuesta política sustentada”, enfatizó Castillo.
Acapulco, Gro., 4 de febrero de 2007.- El PRD en Guerrero se ha convertido en un partido electorero, sus gobiernos municipales han fallado, no hay congruencia en el trabajo legislativo, ni hay solidaridad con el movimiento social guerrerense; en suma, no hay discusión en el seno del partido de un proyecto político que les dé la identidad necesaria y motivo de su existencia, criticaron perredistas al conformarse la Coordinadora Estatal de la expresión Izquierda Social.
Sin la presencia del dirigente estatal perredista, Sebastián de la Rosa Peláez, pero sí con la asistencia de representantes de los comités municipales, así como funcionarios de varios ayuntamientos, ayer se unieron cinco corrientes perredistas de la entidad: Guerrero es nuestra causa, Movimiento de izquierda guerrerense, Unidad popular guerrerense, Coordinadora de bases independientes y Coordinadora perredista de la Tierra Caliente.
Uno de los coordinadores nacionales, el diputado federal Faustino Soto Ramos, así como el coordinador provisional David Cervantes, fueron los encargados de dirigir la asamblea estatal constitutiva de Izquierda Social del PRD, donde asumieron la coordinación estatal el regidor acapulqueño Delfino Hernández Ortega, Jesús Marcial Liborio, Leobardo Radilla, Urbano Lucas y Juan Organista, entre otros dirigentes perredistas.
Su finalidad es “unir al partido que actualmente se encuentra tan diverso con la proliferación de tribus que encarnan una lucha interna por la lucha en el poder, en lugar de rescatar la esencia y la mística del Partido de la Revolución Democrática; no debemos estancarnos en la diatriba”, sostuvo Ricardo Castillo Peña, dirigente de la expresión “Guerrero es nuestra causa”.
Externó que “no vemos orientación en las políticas públicas de los ayuntamientos perredistas, no hay congruencia con el trabajo legislativo, menos con el gobierno del estado, ni tampoco somos solidarios con el movimiento social guerrerenses; en suma, no hay discusión en el seno de nuestro partido, de un proyecto que nos dé la identidad necesaria y el motivo de nuestra existencia”.
Llamó a sus compañeros a recuperar la confianza y credibilidad de la gente en su partido. “Debemos recuperar la congruencia entre los planteamientos teóricos del partido con la acción como gobierno; comprometerse a ser vigilantes de la actuación de nuestros gobernantes y representantes populares. La actual relación entre el gobierno del estado y el PRD no es la mejor, ya que al perder el poder de interlocución, nunca hubo la capacidad de poner a discusión el proyecto del partido con este gobierno de transición, y en cambio sí se pretendieron negociar espacios, sin la propuesta política sustentada”, enfatizó Castillo.