Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 11 de febrero de 2007.- Acapulco se ha convertido en un campo de batalla en el que las policías locales son el blanco del crimen organizado, pero la delincuencia se ha generalizado en todo el estado y eso nos pone en un lugar de peligro para los visitantes nacionales y extranjeros, señaló el arzobispo de Acapulco Felipe Aguirre Franco, quien propuso que antes que combatirlos deben prevenirse los delitos, con la educación y la enseñanza de los valores humanos.
Calificó de preocupante la “agresividad superlativa” que se registra en el estado, por parte del crimen organizado, ante lo cual planteó la necesidad de que se prevenga, antes de combatir a la delincuencia.
Entrevistado luego de su homilía dominical, Aguirre Franco apuntó que los hechos sangrientos ocurridos recientemente en este puerto han trascendido las fronteras, “de tal manera que esto nos coloca como un lugar de peligro, de prevención y de cuidado, lo que sin duda nos hace una muy mala imagen en el país y en el extranjero”.
Mencionó que en un reciente encuentro de obispos abordaron este tema y coincidieron en que “no basta combatir el crimen, la adicción a la droga, al alcoholismo y al sexo; lo que se necesita es prevenir. Creo que está muy desarrollado el combate al narcotráfico, pero falta más todavía el prevenir las asechanzas de una violencia organizada que nos está amenazando constantemente”.
En relación con el Operativo Conjunto Guerrero, observó que la operación lleva muy bien a cabo su operación, y está creando una buena estructura de seguridad, “pero nosotros abogamos porque de veras sea conjunta, para que estén mejor relacionadas todas las fuerzas, tanto municipales como estatales y federales, y ojalá que esto se pueda ir perfeccionando para que dé un mejor resultado no solo de combate, sino también de la prevención y la rehabilitación”, subrayó el representante de la Iglesia Católica.
Añadió: “Yo creo que si se hubiera hecho desde antes, o se lleva a cabo ahora una prevención del delito, no solamente combatirlo, tendremos mayores frutos. Creo que un trabajo de inteligencia que pueda prevenir las consecuencias de los grupos de la violencia organizada, puede ver mayor fruto en nuestro estado, y después de prevenir es necesario rehabilitar a una sociedad que sabemos que tiene estas adicciones, sobre todo a los estupefacientes.”
También consideró importante hacer una revisión de los propios cuerpos de seguridad. “Siempre serán saludables, creo que entre ellos mismo debe de haber esta revisión interna para poder analizar la autenticidad de los integrantes, y despejar la interrogante de que si el enemigo está en casa, lo que deberá hacerse de manera muy prudente”, concluyó.
Acapulco, Gro., 11 de febrero de 2007.- Acapulco se ha convertido en un campo de batalla en el que las policías locales son el blanco del crimen organizado, pero la delincuencia se ha generalizado en todo el estado y eso nos pone en un lugar de peligro para los visitantes nacionales y extranjeros, señaló el arzobispo de Acapulco Felipe Aguirre Franco, quien propuso que antes que combatirlos deben prevenirse los delitos, con la educación y la enseñanza de los valores humanos.
Calificó de preocupante la “agresividad superlativa” que se registra en el estado, por parte del crimen organizado, ante lo cual planteó la necesidad de que se prevenga, antes de combatir a la delincuencia.
Entrevistado luego de su homilía dominical, Aguirre Franco apuntó que los hechos sangrientos ocurridos recientemente en este puerto han trascendido las fronteras, “de tal manera que esto nos coloca como un lugar de peligro, de prevención y de cuidado, lo que sin duda nos hace una muy mala imagen en el país y en el extranjero”.
Mencionó que en un reciente encuentro de obispos abordaron este tema y coincidieron en que “no basta combatir el crimen, la adicción a la droga, al alcoholismo y al sexo; lo que se necesita es prevenir. Creo que está muy desarrollado el combate al narcotráfico, pero falta más todavía el prevenir las asechanzas de una violencia organizada que nos está amenazando constantemente”.
En relación con el Operativo Conjunto Guerrero, observó que la operación lleva muy bien a cabo su operación, y está creando una buena estructura de seguridad, “pero nosotros abogamos porque de veras sea conjunta, para que estén mejor relacionadas todas las fuerzas, tanto municipales como estatales y federales, y ojalá que esto se pueda ir perfeccionando para que dé un mejor resultado no solo de combate, sino también de la prevención y la rehabilitación”, subrayó el representante de la Iglesia Católica.
Añadió: “Yo creo que si se hubiera hecho desde antes, o se lleva a cabo ahora una prevención del delito, no solamente combatirlo, tendremos mayores frutos. Creo que un trabajo de inteligencia que pueda prevenir las consecuencias de los grupos de la violencia organizada, puede ver mayor fruto en nuestro estado, y después de prevenir es necesario rehabilitar a una sociedad que sabemos que tiene estas adicciones, sobre todo a los estupefacientes.”
También consideró importante hacer una revisión de los propios cuerpos de seguridad. “Siempre serán saludables, creo que entre ellos mismo debe de haber esta revisión interna para poder analizar la autenticidad de los integrantes, y despejar la interrogante de que si el enemigo está en casa, lo que deberá hacerse de manera muy prudente”, concluyó.