Suspenderán pagos los restauranteros de playa

Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 1 de enero de 2007.- Debido a que para los restauranteros de playa no ha sido una buena temporada la de invierno, por la competencia que les representan los cientos de vendedores ambulantes, la CANIRAC promoverá que se declaren en incapacidad de pago de licencias y derecho de uso de zona federal.
Carlos Hernández Godoy, presidente local de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, asegura que las ventas de esos negocios cayeron durante el 2006 hasta un 30 por ciento.
Indicó que con excepción de los ubicados en la zona de playa, en términos generales esta temporada ha sido buena para la mayoría de los restaurantes afiliados a esa cámara empresarial, “porque han venido turistas de un buen nivel adquisitivo y hemos estado al 95 por ciento, con muy buenas ventas”, explicó.
Sin embargo en el caso de los restaurantes de playa, añadió que últimamente han tenido que enfrentar con más fuerza al ambulantaje, “porque ninguno de los tres niveles de gobierno quiere atender el problema, estamos saturados de vendedores que deambulan por toda la zona federal sin ser molestados, pero ellos sí molestan a nuestros visitantes”, remarcó.
Sobre todo en lugares típicos como Caleta y Caletilla, Puerto Marqués, Barra Vieja y El Revolcadero, agregó, las ventas de los restauranteros establecidos han caído
“por la competencia desleal que les representan los comerciantes ambulantes, quienes se han convertido en un flagelo que daña la imagen del puerto de Acapulco”, subrayó Hernández.
Mencionó que ahora esos ambulantes venden hasta mariscos, refrescos y aguas frescas en bolsas. “Traen sus cubetas con ceviche, camarones, ostiones y otros mariscos, sin que las autoridades hagan algo al respecto”, dijo.
Por eso exhortó a los tres niveles de gobierno para que remedien esa situación, “porque de lo contrario nos vamos a declarar en incapacidad de pago de licencias y derecho de uso de zona federal, porque no nos va a alcanzar el poco dinero que nos ingresa”, puntualizó el dirigente de la CANIRAC.
Además, apuntó, los ambulantes propician que se ensucien las playas y no las limpian ellos, ni los turistas. “Muchas veces ni las autoridades. Somos nosotros quienes tenemos que andar barriendo para que no se vea mal nuestro puerto, con tanto desorden”, manifestó Carlos Hernández.
Luego sostuvo que en la protección de esos vendedores “están inmiscuidos regidores, diputados locales y federales, quienes recomiendan a los funcionarios que los dejen trabajar, sin tomar en cuenta que nosotros perdemos nuestra capacidad de pago”.
Remarcó que es incongruente que las autoridades federales y municipales les exijan el pago de licencias y derechos, además de impuestos, si no ponen remedio en cuanto al comercio ambulante que les representa una ilegal competencia.