Son honorables los presuntos asesinos del diputado del PAN, según el arzobispo Aguirre Franco

Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 14 de enero de 2007.- El arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, aseguró que los hermanos González Rodríguez, particularmente Aldy Manuel, quien es acólito de la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad, son gente honorable y respetable que siempre ha estado cerca de la iglesia católica, por lo que avala su buena conducta, al tiempo que reprobó la tortura como método policiaco para obtener una verdad.
Luego de oficiar una misa donde oró porque los mencionados reciban el auxilio espiritual que necesitan en estos momentos aciagos y de desesperación, por su involucramiento con el crimen del diputado local panista José Jorge Bajos Valverde, monseñor Aguirre Franco ponderó también la trayectoria de Ramiro Arteaga Sarabia, secretario general del PAN en Guerrero, quien ha sido dirigente de movimientos juveniles católicos.
“Yo no soy juez ni autoridad judicial, pero ellos han participado en actividades pastorales, ayudando a los más pobres y necesitados, y esperamos que todo se esclarezca debidamente, pero con respeto hacia las personas, que se les respeten sus derechos humanos, para no enrarecer las investigaciones”, expresó el arzobispo en conferencia de prensa.
Reprobó de entrada el crimen cometido contra Bajos Valverde, pero demandó que las investigaciones policíacas se lleven a cabo conforme a derecho, sin mediar la tortura porque este método envilece al hombre, “además de que se violan derechos humanos elementales”.
Mientras el representante de la iglesia católica hablaba con los reporteros, afuera de la Catedral varios familiares y amigos de los hermanos González Rodríguez exigían justicia con gritos y pancartas.
“Mi papá no hizo nada, es inocente; lo único que pido es que lo dejen en libertad; me han quitado a mi papá, ¿cómo pueden torturarlo así?, ¡por el amor de Dios!”, clamó Montserrat, hija de Aldy Manuel, en tanto que Víctor Moisés Rodríguez Torres, militante del PAN, pidió que se lleve a cabo una investigación seria, profesional y transparente sobre este homicidio, no como se ha realizado mediante torturas.
Aguirre Franco remarcó que Aldy Manuel González, así como Ramiro Arteaga, han participado en misiones pastorales con la iglesia católica “desde que yo llegué a Acapulco”, y condenó los procedimientos policíacos que torturan a la gente antes de comprobar si son delincuentes.
“Yo estoy porque prevalezca la verdad -subrayó-, que se aclaren los hechos pero no violándose sus derechos individuales como personas, que no se les trate como delincuentes hasta que se compruebe lo dicho, porque esto va contra la dignidad de los humanos.”