Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 7 de enero de 2007.- El retiro de ambulantes del centro de la ciudad, durante la reciente temporada de invierno, permitió que los vendedores de dulces y artesanías de esa área lograron nivelar sus ventas en un 50 por ciento, generando además 120 empleos extras, como se ubicaban anteriormente cada fin de semana, y pudieron sostenerlas durante todas las vacaciones.
Según el dirigente de esos comerciantes, Alejandro Serna Delgado, en las temporadas vacacionales anteriores, y también fuera de ellas, los indicativos eran a la baja tanto en ventas como en contratación de personal, por los ambulantes, pero ahora lograron nivelarse y esperan que continúe la misma política del Ayuntamiento, en relación con vendedores ambulantes del centro.
“Hemos tenido una buena temporada, porque el presidente municipal cumplió con no dejar que se instalaran en la plaza “Juan Alvarez” los vendedores ambulantes, y ese fue creo yo el principal factor positivo, por eso tuvimos buenas ventas y también pudimos contratar a más personal, un promedio de dos jóvenes por negocio, después de que habíamos dejado de generar esos empleos”, expresó Serna.
Especificó que se nivelaron sus ventas en un 50 por ciento, porque en ese porcentaje habían bajado anteriormente, debido a la desleal competencia que les han representado los ambulantes del zócalo porteño.
Los comerciantes de dulces típicos y artesanías establecidos en el área del primer cuadro de la ciudad, son en total 60, y cada uno de ellos contrató en promedio a dos empleados más durante la temporada navideña y de año nuevo.
Alejandro Serna Delgado manifestó que de continuar las cosas como están, de no permitir la invasión de ambulantes, podrán mantener su planta de trabajadores extras como la tienen actualmente, por lo menos durante la temporada del turismo canadiense que llega en estas fechas, y durante los fines de semana.
La ventaja que tuvieron en esta temporada es que incluso compraron más productos artesanos de la localidad, sobre todo el dulce regional de coco y tamarindo, registrándose un repunte en la venta de artesanías como los jarrones de barro, particularmente el llamado “El sol y la luna”, con precios que oscilan entre los 50 y los 90 pesos.
Acapulco, Gro., 7 de enero de 2007.- El retiro de ambulantes del centro de la ciudad, durante la reciente temporada de invierno, permitió que los vendedores de dulces y artesanías de esa área lograron nivelar sus ventas en un 50 por ciento, generando además 120 empleos extras, como se ubicaban anteriormente cada fin de semana, y pudieron sostenerlas durante todas las vacaciones.
Según el dirigente de esos comerciantes, Alejandro Serna Delgado, en las temporadas vacacionales anteriores, y también fuera de ellas, los indicativos eran a la baja tanto en ventas como en contratación de personal, por los ambulantes, pero ahora lograron nivelarse y esperan que continúe la misma política del Ayuntamiento, en relación con vendedores ambulantes del centro.
“Hemos tenido una buena temporada, porque el presidente municipal cumplió con no dejar que se instalaran en la plaza “Juan Alvarez” los vendedores ambulantes, y ese fue creo yo el principal factor positivo, por eso tuvimos buenas ventas y también pudimos contratar a más personal, un promedio de dos jóvenes por negocio, después de que habíamos dejado de generar esos empleos”, expresó Serna.
Especificó que se nivelaron sus ventas en un 50 por ciento, porque en ese porcentaje habían bajado anteriormente, debido a la desleal competencia que les han representado los ambulantes del zócalo porteño.
Los comerciantes de dulces típicos y artesanías establecidos en el área del primer cuadro de la ciudad, son en total 60, y cada uno de ellos contrató en promedio a dos empleados más durante la temporada navideña y de año nuevo.
Alejandro Serna Delgado manifestó que de continuar las cosas como están, de no permitir la invasión de ambulantes, podrán mantener su planta de trabajadores extras como la tienen actualmente, por lo menos durante la temporada del turismo canadiense que llega en estas fechas, y durante los fines de semana.
La ventaja que tuvieron en esta temporada es que incluso compraron más productos artesanos de la localidad, sobre todo el dulce regional de coco y tamarindo, registrándose un repunte en la venta de artesanías como los jarrones de barro, particularmente el llamado “El sol y la luna”, con precios que oscilan entre los 50 y los 90 pesos.