Arturo Parra Ochoa.
Acapulco, Gro., 17 de enero de 2007.- Blanca Estela Reina Aguirre renunció a la dirección de la Casa de la Cultura de Acapulco, debido a que no recibió el apoyo necesario para impulsar actividades culturales y por el contrario le exigían que obtuviera recursos de eventos que no son lucrativos.
Así lo hizo saber a este medio la propia doctora, quien señaló que había sido hostigada y presionada por la directora del Instituto Guerrerense de la Cultura, Laura Olivia López Victoria, por lo cual decidió renunciar, después de cuatro años de prestar sus servicios.
“Después de tantos problemas hice un examen de conciencia y me dí cuenta que la situación ya era insostenible, estaba nadando contra la corriente y creo que la comunidad cultural de Acapulco merece todos mis respetos”, expresó la ex funcionaria estatal.
Precisó que el último recurso que recibió del Instituto Guerrerense de la Cultura fue el 11 de septiembre del 2006, pues en lo sucesivo le exigían que cobrara por todo tipo de actividad cultural, “cuando mucha gente que se dedica a impulsar la cultura no tiene dinero porque esto no es lucrativo, así que les prestaba la Casa de la Cultura, no les cobraba renta”, apuntó Reina Aguirre.
Indicó que ahora volverá a dedicarse a su profesión como cirujano dentista, la cual abandonó durante el tiempo que estuvo en la Casa de la Cultura de Acapulco.
Acapulco, Gro., 17 de enero de 2007.- Blanca Estela Reina Aguirre renunció a la dirección de la Casa de la Cultura de Acapulco, debido a que no recibió el apoyo necesario para impulsar actividades culturales y por el contrario le exigían que obtuviera recursos de eventos que no son lucrativos.
Así lo hizo saber a este medio la propia doctora, quien señaló que había sido hostigada y presionada por la directora del Instituto Guerrerense de la Cultura, Laura Olivia López Victoria, por lo cual decidió renunciar, después de cuatro años de prestar sus servicios.
“Después de tantos problemas hice un examen de conciencia y me dí cuenta que la situación ya era insostenible, estaba nadando contra la corriente y creo que la comunidad cultural de Acapulco merece todos mis respetos”, expresó la ex funcionaria estatal.
Precisó que el último recurso que recibió del Instituto Guerrerense de la Cultura fue el 11 de septiembre del 2006, pues en lo sucesivo le exigían que cobrara por todo tipo de actividad cultural, “cuando mucha gente que se dedica a impulsar la cultura no tiene dinero porque esto no es lucrativo, así que les prestaba la Casa de la Cultura, no les cobraba renta”, apuntó Reina Aguirre.
Indicó que ahora volverá a dedicarse a su profesión como cirujano dentista, la cual abandonó durante el tiempo que estuvo en la Casa de la Cultura de Acapulco.