Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 21 de enero de 2007.- Ramiro Arteaga Sarabia, quien nuevamente acudió a la misa dominical de la Catedral de la Soledad, donde también estuvo presente Jacqueline Orta Martínez, insiste en que son muchas las inconsistencias de la averiguación previa y el proceso penal integrados sobre el caso del diputado Jorge Bajos Valverde, donde lo involucran con su crimen, “como resultado de lo precipitado para integrarlos, la falta de pericia judicial y la ausencia de elementos para juzgarnos”, refirió.
Entrevistado después de la homilía dominical, y ante la salida presurosa de Orta, diputada suplente de Bajos Valverde, el aún secretario general del PAN en Guerrero declaró:
“Es prácticamente lo mismo, lo que contiene la averiguación y la parte sustancial del expediente penal, la esencia sigue siendo la misma, hay muchas inconsistencias, yo creo que tuvieron muchos problemas en el Ministerio Público, primero por la falta de tiempo para integrar la averiguación con más elementos, para que la sociedad y los familiares pudieran estar satisfechos con el laudo que dictó el juez.”
Además les faltó pericia, “y por eso no se integró bien la averiguación, esa fue una de las razones por las cuales yo me pude presentar el miércoles pasado, porque no se está llevando a cabo diligentemente la averiguación. Yo pude haber sufrido lo que en estos momentos están padeciendo los que ya están en el Cereso –Centro de Readaptación Social- de Acapulco”, añadió Arteaga Sarabia.
Luego dijo desconocer exactamente la situación de torturas que han denunciado las personas internadas bajo este proceso penal, “y no es que quiera ser egoísta, pero ahora estoy viendo nada más mi asunto, mi problema personal, porque tengo que saber defenderme bien, y por lo tanto no sé en qué condiciones realmente se encuentren los hermanos González Rodríguez y el propio Nicolás, si los siguen golpeando o torturando.”
Pero observó que por el bien de las instituciones, de la procuración de la justicia en el estado, “y sobre todo del sistema de readaptación, que no sigan dándose estos casos de tortura porque en lugar de generar una readaptación a la sociedad de estos tres sujetos, al momento que salgan habrá tres delincuentes más, y hasta el momento no se les ha comprobado que así sea.”
Acapulco, Gro., 21 de enero de 2007.- Ramiro Arteaga Sarabia, quien nuevamente acudió a la misa dominical de la Catedral de la Soledad, donde también estuvo presente Jacqueline Orta Martínez, insiste en que son muchas las inconsistencias de la averiguación previa y el proceso penal integrados sobre el caso del diputado Jorge Bajos Valverde, donde lo involucran con su crimen, “como resultado de lo precipitado para integrarlos, la falta de pericia judicial y la ausencia de elementos para juzgarnos”, refirió.
Entrevistado después de la homilía dominical, y ante la salida presurosa de Orta, diputada suplente de Bajos Valverde, el aún secretario general del PAN en Guerrero declaró:
“Es prácticamente lo mismo, lo que contiene la averiguación y la parte sustancial del expediente penal, la esencia sigue siendo la misma, hay muchas inconsistencias, yo creo que tuvieron muchos problemas en el Ministerio Público, primero por la falta de tiempo para integrar la averiguación con más elementos, para que la sociedad y los familiares pudieran estar satisfechos con el laudo que dictó el juez.”
Además les faltó pericia, “y por eso no se integró bien la averiguación, esa fue una de las razones por las cuales yo me pude presentar el miércoles pasado, porque no se está llevando a cabo diligentemente la averiguación. Yo pude haber sufrido lo que en estos momentos están padeciendo los que ya están en el Cereso –Centro de Readaptación Social- de Acapulco”, añadió Arteaga Sarabia.
Luego dijo desconocer exactamente la situación de torturas que han denunciado las personas internadas bajo este proceso penal, “y no es que quiera ser egoísta, pero ahora estoy viendo nada más mi asunto, mi problema personal, porque tengo que saber defenderme bien, y por lo tanto no sé en qué condiciones realmente se encuentren los hermanos González Rodríguez y el propio Nicolás, si los siguen golpeando o torturando.”
Pero observó que por el bien de las instituciones, de la procuración de la justicia en el estado, “y sobre todo del sistema de readaptación, que no sigan dándose estos casos de tortura porque en lugar de generar una readaptación a la sociedad de estos tres sujetos, al momento que salgan habrá tres delincuentes más, y hasta el momento no se les ha comprobado que así sea.”