Conflicto laboral-penal en el Tec Acapulco

  • Piden la salida del director del ITA
  • Lo acusan de hostigamiento laboral
  • Regresa cuota impuesta a alumnos

Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 19 de marzo de 2006.- A su llegada como director del Tecnológico de Acapulco, Sergio Fernando Garibay Armenta, creó un conflicto laboral convertido ahora en penal, enfrentándose no solo con la planta de maestros de ese instituto de educación superior, sino hasta con los estudiantes, a quienes les impuso una cuota “voluntaria” de 100 pesos que después se vio obligado a regresar.
La situación actual es que Garibay está impedido por los profesores para ingresar al plantel educativo, y éstos exigen su destitución, apoyados por un importante grupo de la comunidad estudiantil, mientras las actividades académicas continúan su curso normal, salvo algunas áreas parcialmente desatendidas, pues no se ha llegado a ningún paro laboral por parte de los inconformes, quienes son apoyados por el secretario general de la Sección XIV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, José Natividad Calixto Díaz.
Desde el día ocho de noviembre de 2005, el comité ejecutivo de la delegación sindical DII-671 del Instituto Tecnológico de Acapulco, ha girado una serie de oficios ante diversas instancias, particularmente a la Dirección General de Educación Superior Tecnológica, a cargo de Bulmaro Fuentes Lemus, para denunciar los que consideran atropellos cometidos por el director en contra de los trabajadores.
Hasta Elba Esther Gordillo Morales, en el SNTE, tiene conocimiento del problema y envió a Calixto Díaz para atenderlo.
Para comenzar, de acuerdo con declaraciones del secretario de trabajo y conflictos de la delegación sindical, Mario Luna Moisés, a los profesores se les comunicó del nombramiento de Garibay Armenta el día siete de junio de 2005, sin previo aviso ni justificación alguna, interrumpiendo de manera abrupta el ritmo de trabajo académico y los acuerdos laborales pactados que tenían con el anterior director, Javier Eliseo Muñoz de la Torre.

Despido de cuatro trabajadores

Al hacerse cargo de la dirección, Sergio Fernando comenzó por hacer una serie de cambios de horarios a los maestros y a las actividades académicas, también sin previo aviso, a lo cual y como consecuencia de los reclamos se sumó una política de hostigamiento laboral, dando por resultado el despido de cuatro trabajadores, a los cuales ya no se les pagó la quincena pasada.
Se trata de un acuerdo para cambio de tres plazas de técnicos docentes a plazas de profesores de carrera de medio tiempo, y una plaza de tiempo completo, las cuales estaban ofrecidas desde hace algún tiempo, y no se cumplieron.
A los responsables de las diferentes áreas académicas, el director Sergio Fernando Garibay los ha tratado de manera déspota y los ningunea, según queja de la delegación sindical.
En el aspecto administrativo, no se ha nombrado subdirector ni jefe del departamento de compras del instituto, puestos que consideran de suma importancia, “y es el propio director quien hace las veces de subdirector administrativo y jefe de compras”, dice Luna Moisés.
Asimismo, tanto en aulas como en oficinas, el mobiliario es insuficiente y no hay el equipo necesario para que la impartición de clases se dé con la excelencia que les exigen y la calidad que desean.
La academia de Contaduría desde hace varios meses ha solicitado equipamiento y hasta la fecha no ha sido atendida su petición. También le hace falta material al Centro de Información (préstamo interno y externo de material bibliográfico), a pesar de los donativos efectuados por egresados del instituto.
En contraparte, a los estudiantes se les impuso una cuota “voluntaria” de 100 pesos por alumno, adicionales a la que normalmente se aporta como inscripción, con el argumento de iniciar un “programa de climatización voluntaria”, consistente en adquirir equipos de aire acondicionado “mini split”, para las aulas escolares.

Regresa “cuota voluntaria” a alumnos

Esta cuota fue avalada, sin consultar a la base estudiantil, por un comité de alumnos que supuestamente representan a toda la comunidad del Tecnológico, y que encabeza Mayo I. Urióstegui, comité que es considerado como incondicional del director en turno, y que no convoca a asambleas para elegir a sus integrantes, algunos de los cuales se desconoce en qué áreas estudian.
Ante una ola de protestas levantada por los alumnos, la dirección se vio obligada a regresarles ese dinero a los tres mil 300 estudiantes, la semana pasada.
De la misma manera, se pretende cobrar una cuota obligatoria de 560 pesos por estudiante, por la impartición de unos cursos de inglés que se habían venido ofreciendo con anterioridad de manera opcional, sin que a la fecha se tengan noticias sobre el mecanismo para la contratación de los profesores que impartirán esos cursos.
Por otra parte, se han realizado por lo menos seis obras de ampliación y remodelación en el interior de ese plantel educativo, pero sin licitarlas ni consensarlas con los diferentes departamentos que han sido reubicados y afectados, y según la delegación sindical esas obras han estado a cargo de personas procedentes de los estados de Oaxaca y Veracruz, de donde viene Garibay Armenta. También los proveedores de equipo de cómputo vienen de otras entidades.
Otras de las quejas de maestros y estudiantes, es que a pesar de que el Tecnológico de Acapulco tiene un convenio con la Universidad de San Diego, California, para impartir un diplomado a través de teleconferencias vía satélite, éste fue cancelado por el nuevo director en perjuicio del desarrollo académico y profesional del personal docente y de los alumnos.
El autobús escolar perteneciente al instituto, ha sido utilizado para asuntos personales de Sergio Fernando Garibay, como cuando realizó su mudanza de muebles, para lo cual también utilizó a varios estudiantes como cargadores.
Las cuotas para titulación se han visto incrementadas en 250 pesos, por un nuevo concepto denominado “gastos de graduación”, y el seguro contra accidentes personales para los estudiantes no se ha cubierto oportunamente, a pesar de que debió hacerse desde el mes de agosto de 2005.

Piden profesores la salida del director

A todo esto, el día primero de marzo fue celebrada una asamblea general ordinaria de la delegación sindical del SNTE, a la que acudió Calixto Díaz, y 220 docentes del Tec Acapulco firmaron un documento en el cual piden la remoción del director.
Luego de ello, Sergio Fernando trató de ingresar al plantel de manera violenta, amenazando a los maestros que se lo impidieron, y levantó una demanda ante la agencia del Ministerio Público del fuero federal, supuestamente porque los inconformes mantienen tomadas las instalaciones, que no obstante se constató tiene las puertas abiertas, salvo el impedimento para que Garibay Armenta entre.
En un gran problema está metido el director del Tecnológico, quien según los maestros tiene antecedentes de corrupto en los institutos donde estuvo antes, particularmente en Tuxtepec, Veracruz, y ahora quiso hacer negocio con los estudiantes, además de querer controlar a la planta de catedráticos para manejarla a su antojo.
Y esta situación ha empezado a provocar el cierre parcial de algunas áreas, como son la propia dirección del plantel, la biblioteca y las academias económico-administrativa, ciencias básicas, entre otras.