¿la mejor promoción?
Arturo Parra Ochoa
Acapulco, Gro., 25 de febrero de 2006.- Mientras gobierno y prestadores de servicios turísticos se declaran listos para recibir a los jóvenes turistas extranjeros mejor conocidos como “spring breakers”, tal parece que algunos no entienden que la mejor promoción del puerto es atender bien a nuestros visitantes, para que regresen.
En lugar de cuidar a los turistas, algunos los maltratan y abusan de ellos, incluso les roban sus pertenencias, como ha ocurrido en ciertos hoteles de Acapulco, y de ello dan cuenta la Procuraduría del Turista, la tercera agencia del Ministerio Público del fuero común, y hasta la Procuraduría Federal del Consumidor.
Precisamente en esta última nos encontramos a una pareja de visitantes provenientes de la ciudad de México, quienes denunciaron el robo de que fueron objeto en el hotel Acapulco Tortuga, donde en lugar de ayudarles el gerente los amenazó con acusarlos de “autorobo”.
Pedro Damián Gómez Hernández y Mishleva Gretel Mejía Herrera, son los dos jóvenes que, atraídos por las bellezas naturales de este puerto, quisieron venir a pasar su “luna de miel” en la zona del Acapulco Dorado, pero ahora se arrepienten y, al igual que muchos otros, podrían convertirse en nuestra peor promoción turística.
Ellos llegaron el domingo 19 de febrero a la una de la mañana, hospedándose en la habitación 722 del hotel Acapulco Tortuga, donde liquidaron la cantidad de 902 pesos, “con el control de la Televisión”, por una noche. Apenas se habían casado en la capital del país, el día viernes 17.
Luego de que les fue asignada su habitación, subieron para arreglarse porque iban a salir a cenar, ya que no habían comido en todo el día. Bajaron en 15 minutos al lobby del hotel, dejaron la llave en la recepción y procedieron a salir con dirección a la glorieta de La Diana, donde comieron y compraron algunas cosas, para después regresar en media hora.
Al pedir la llave y subir a su cuarto, se sorprendieron porque la puerta estaba entreabierta y la cerradura tenía signos de haber sido forzada para abrirla. Entonces se dieron cuenta de que sus cosas estaban revueltas y faltaba una maleta, con varias pertenencias entre las que figuran cámaras digitales, dos teléfonos celulares, un discman, ropa y trajes de baño, unas llaves, identificaciones y tarjetas de crédito, todo por un valor estimado en 35 mil pesos.
De inmediato procedieron a llamar a las instituciones bancarias para bloquear las tarjetas, y se quejaron en la recepción, de donde subieron hasta después de dos llamadas, para ver en qué condiciones habían encontrado la habitación.
Los cambiaron de cuarto y les dijeron que ellos se encargarían de investigar lo sucedido, pero ya por la mañana del mismo domingo, les informaron que no encontraron nada.
“Nos dejaron prácticamente con lo que traíamos en nuestras carteras y algo de ropa”, se queja Pedro Damián.
El y su esposa coincidieron en que además de que les robaron, este hecho les ha despertado la desconfianza de venir nuevamente a Acapulco, pues no hay seguridad ni en los propios hoteles.
Levantaron una queja en la Procuraduría del Turista, el día lunes 20 de febrero, de donde dieron parte a la tercera agencia del Ministerio Público del fuero común, por el delito de robo en agravio de los turistas, iniciando la licenciada Sugey Dorantes Carmona el acta ministerial número TAB/3ª./TUR/I/AM/057/2006.
También se entrevistaron con el gerente general del hotel, Ernesto Romo, quien dicen los quejosos fue muy grosero y hasta los amenazó con acusarlos de autorobo, porque según sus indagaciones eso fue lo que ocurrió dentro de su hotel.
“Ofrecieron darnos una cortesía para que nos quedáramos otra noche, pero la verdad nos dio miedo y preferimos abandonar el hotel, el señor Ernesto Romo dice que tiene amigos influyentes y que conoce a los directores de Televisa, de TV Azteca y del periódico Novedades de Acapulco, que nada le pueden hacer, y que además de qué nos extrañamos nosotros si en todos lados roban, no solamente en Acapulco”, manifestaron los lunamieleros robados.
En lugar de cuidar a los turistas, algunos los maltratan y abusan de ellos, incluso les roban sus pertenencias, como ha ocurrido en ciertos hoteles de Acapulco, y de ello dan cuenta la Procuraduría del Turista, la tercera agencia del Ministerio Público del fuero común, y hasta la Procuraduría Federal del Consumidor.
Precisamente en esta última nos encontramos a una pareja de visitantes provenientes de la ciudad de México, quienes denunciaron el robo de que fueron objeto en el hotel Acapulco Tortuga, donde en lugar de ayudarles el gerente los amenazó con acusarlos de “autorobo”.
Pedro Damián Gómez Hernández y Mishleva Gretel Mejía Herrera, son los dos jóvenes que, atraídos por las bellezas naturales de este puerto, quisieron venir a pasar su “luna de miel” en la zona del Acapulco Dorado, pero ahora se arrepienten y, al igual que muchos otros, podrían convertirse en nuestra peor promoción turística.
Ellos llegaron el domingo 19 de febrero a la una de la mañana, hospedándose en la habitación 722 del hotel Acapulco Tortuga, donde liquidaron la cantidad de 902 pesos, “con el control de la Televisión”, por una noche. Apenas se habían casado en la capital del país, el día viernes 17.
Luego de que les fue asignada su habitación, subieron para arreglarse porque iban a salir a cenar, ya que no habían comido en todo el día. Bajaron en 15 minutos al lobby del hotel, dejaron la llave en la recepción y procedieron a salir con dirección a la glorieta de La Diana, donde comieron y compraron algunas cosas, para después regresar en media hora.
Al pedir la llave y subir a su cuarto, se sorprendieron porque la puerta estaba entreabierta y la cerradura tenía signos de haber sido forzada para abrirla. Entonces se dieron cuenta de que sus cosas estaban revueltas y faltaba una maleta, con varias pertenencias entre las que figuran cámaras digitales, dos teléfonos celulares, un discman, ropa y trajes de baño, unas llaves, identificaciones y tarjetas de crédito, todo por un valor estimado en 35 mil pesos.
De inmediato procedieron a llamar a las instituciones bancarias para bloquear las tarjetas, y se quejaron en la recepción, de donde subieron hasta después de dos llamadas, para ver en qué condiciones habían encontrado la habitación.
Los cambiaron de cuarto y les dijeron que ellos se encargarían de investigar lo sucedido, pero ya por la mañana del mismo domingo, les informaron que no encontraron nada.
“Nos dejaron prácticamente con lo que traíamos en nuestras carteras y algo de ropa”, se queja Pedro Damián.
El y su esposa coincidieron en que además de que les robaron, este hecho les ha despertado la desconfianza de venir nuevamente a Acapulco, pues no hay seguridad ni en los propios hoteles.
Levantaron una queja en la Procuraduría del Turista, el día lunes 20 de febrero, de donde dieron parte a la tercera agencia del Ministerio Público del fuero común, por el delito de robo en agravio de los turistas, iniciando la licenciada Sugey Dorantes Carmona el acta ministerial número TAB/3ª./TUR/I/AM/057/2006.
También se entrevistaron con el gerente general del hotel, Ernesto Romo, quien dicen los quejosos fue muy grosero y hasta los amenazó con acusarlos de autorobo, porque según sus indagaciones eso fue lo que ocurrió dentro de su hotel.
“Ofrecieron darnos una cortesía para que nos quedáramos otra noche, pero la verdad nos dio miedo y preferimos abandonar el hotel, el señor Ernesto Romo dice que tiene amigos influyentes y que conoce a los directores de Televisa, de TV Azteca y del periódico Novedades de Acapulco, que nada le pueden hacer, y que además de qué nos extrañamos nosotros si en todos lados roban, no solamente en Acapulco”, manifestaron los lunamieleros robados.