Arp@net (columna del 26 de febrero de 2006)

  • Termina la encuesta del PRI
  • Definen candidatos en Acapulco
  • ¿Chucho Bernal y Mateo López?
Arturo Parra Ochoa (*)
Las discrepancias y desacuerdos entre los perredistas para definir a sus candidatos a senadores y diputados federales por Guerrero, son capitalizadas y aprovechadas por los priístas, que buscan llegar unidos a la elección constitucional, aunque en Acapulco se han dado serias divisiones, por la disputa del comité municipal.
Incluso el mismo Celestino Bailón Guerrero, delegado estatal del PRI “con funciones de presidente”, da por hecho que si en este momento se llevaran a cabo las votaciones, perderían en los distritos IV y IX, de Acapulco, además de la Costa Grande, de donde es él.
Los priístas acapulqueños todavía recuerdan la bronca registrada en el edificio del PRI municipal, cuando en un acto de provocación y de imposición, Celestino vino a darle posesión a Raúl Ramírez Gallardo como delegado “con funciones de presidente”, cuando un día antes había sido nombrado presidente interino Jorge Campos Chávez, en sustitución de Oscar Hernández Salgado.
Esos resabios podrían desencadenar nuevamente alejamientos y ausencias de distinguidos militantes, como ocurrió en la pasada campaña para la alcaldía, cuando muchos se inconformaron por lo que consideraron una imposición, en la persona de Emilio Vizarretea Rosales, hoy coordinador de asesores del presidente municipal, el perredista Félix Salgado Macedonio.
Ya dejaron entrever su inminente separación del tricolor, el ex aspirante a la dirigencia municipal, José Villanueva Manzanarez, y el ex presidente del comité municipal, Gustavo Torres Blanco, quienes dicen estar cansados de que sigan prevaleciendo los grupos caciquiles que deciden todo al interior de su partido en Acapulco y también a nivel estatal.
En tanto, ya se piensa amnistiar políticamente a quienes abandonaron al PRI en los pasados procesos electorales, en lugar de aplicarles los estatutos, con la idea de tener más posibilidades de ganar y recobrar los espacios perdidos ante el PRD, cuyos candidatos una vez que llegaron al poder actúan de la misma forma que aquellos a los que tanto criticaron. No hay tal “cambio” pues.
A eso le agregan los priístas que sabrán sacar ventaja de las confrontaciones y desencuentros entre perredistas, por la disputa de las candidaturas a senadores y diputados federales.
Por ejemplo, aquí en Acapulco siguen pendientes los casos del IV y IX distritos federales, donde supuestamente ya habían ganado en una elección interna (y abierta a la vez, porque votó la ciudadanía en general) los representantes del Polo Guerrerense de Izquierda, Ramón Almonte Borja y César Flores Maldonado, ambos impugnados por otras corrientes.
Así que dependiendo de los resultados de la encuesta que levanta para el tricolor la empresa Consulta de Roy Campos, los cuales serán entregados este día 27 de febrero, y que serán dados a conocer el viernes tres de marzo, se sabrá si quienes resulten candidatos podrán capitalizar las condiciones adversas que enfrenta el partido del sol azteca.
De acuerdo con lo señalado por el delegado estatal “con funciones de presidente”, serán cuatro los candidatos a senadores, de una lista de 16 aspirantes, quienes sean considerados para tal fin, o sea dos propietarios y dos suplentes, mientras que para las diputaciones federales se tomará en cuenta a los que obtengan el primero y segundo lugar, como propietario y suplente respectivamente.
Entre los precandidatos a senadores, destacan desde luego Angel Aguirre Rivero y Juan José Castro Justo, uno diputado federal y el otro recién nombrado coordinador en Guerrero de la llamada “Campaña permanente” de Roberto Madrazo Pintado.
Angel Aguirre tiene mucho magnetismo, es un hombre de trato sencillo y es sensible con las causas de los guerrerenses. Tiene una amplia convocatoria, inspira confianza y es de capacidad probada. Los guerrerenses lo ven como el legislador federal que ha podido conseguir para esta entidad más de tres mil millones de pesos de presupuesto adicional.
Es un hombre que sabe concertar y es garantía para la próxima legislatura. No es considerado como un iluminado de esos a los que no se les puede tocar ni voltear a ver, es una persona con amplias raíces populares, y sin duda la mejor carta que tiene el PRI para la senaduría.
Por lo que corresponde al distrito IV de Acapulco, el más popular es, ni más ni menos, Jesús Bernal Román. Ahí no hay dudas, él debió ser el candidato a la alcaldía en la elección pasada, pero pudieron más las decisiones cupulares priístas que la opinión de sus bases.
Precisamente porque no fue él quien representara al tricolor en la contienda constitucional, muchos priístas se alejaron, unos de manera definitiva y otros temporalmente, pero advirtieron que no regresarán si continúan esas prácticas impositivas.
Con Chucho Bernal, el Partido Revolucionario Institucional tiene amplias posibilidades de remontar la votación adversa en la zona urbana del municipio de Acapulco, que le ha impedido llegar al poder desde hace más de seis años.
En el distrito IX, quien está más identificado con las comunidades rurales del municipio es el profesor Mateo López Castillo, viejo luchador social que ha cumplido sus tareas de representación popular de manera honesta y transparente, además de mucho trabajo.
Mateo entregó buenas cuentas en su reciente cargo como regidor de la comuna acapulqueña, en la que presidió la comisión de Desarrollo Rural, y llegó a aspirar a la presidencia del PRI municipal, hoy en seria disputa, movido por su deseo de ver a un tricolor más activo y con una verdadera actitud de oposición.
A pesar los malos ratos que ha tenido su partido, él sigue siendo priísta y le gusta vestir la camiseta. Por eso le preocupa que al menos en los últimos tres años, en el PRI no se hayan hecho actividades partidistas ni trabajo de representatividad con los grupos marginados.
“Sabemos que hay muchos problemas en Acapulco, en el medio rural y en las colonias conurbadas, y nuestro partido no ha abanderado esas causas, que son importantes, pero creo que nunca es tarde para actuar”, señala el ex presidente del comisariado ejidal de Tres Palos.
Salud, educación y empleo, son los grandes temas en los que Mateo López Castillo basa su plan de trabajo para buscar la candidatura a la diputación federal por el distrito 9, correspondiente a la zona rural del municipio de Acapulco.
Por cierto que en un ánimo por mantener la unidad dentro de su partido, y saber enfrentar con inteligencia a la oposición en la próxima elección constitucional del dos de julio, Mateo convocó a un pacto de honor a todos los aspirantes priístas por el mismo distrito federal, de manera que quienes no resulten favorecidos en la encuesta deberán unirse y sumarse al trabajo de quien gane, para fortalecer la campaña.
“Todos estamos alzando la voz para defender a nuestros paisanos y a nuestros compañeros militantes, por eso queremos mantenernos unidos y que no haya resentimientos después del resultado de la encuesta, porque no queremos que se repita lo que pasó en la pasada elección, cuando las estructuras del partido no trabajaron con Emilio Vizarretea porque el candidato no llamó ni cerró filas con los demás”.
En fin, buenos conceptos a favor de Mateo escuchamos en la voz de varios militantes distinguidos de su partido, entre ellos Gustavo Torres Blanco, identificado con el grupo de Angel Aguirre Rivero, que supuestamente apoya al vecino del fraccionamiento Costa Azul, Víctor Hughes Acosta, por lo que no descartamos que el profesor de origen campesino sea el candidato del PRI en esa demarcación política
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